El plan para embellecer el lugar con un obelisco, un paseo de palmeras y los carneros ha sido muy controvertido.
Egipto ha completado este sábado el traslado de cuatro estatuas de carneros desde la ciudad monumental de Luxor (sur) a la céntrica plaza Tahrir de El Cairo, una decisión muy polémica anunciada por el Gobierno egipcio a finales del año pasado.
El Ministerio de Antigüedades de Egipto ha informado en un comunicado que las cuatro estatuas faraónicas procedentes de Luxor llegaron hoy al centro de El Cairo en cajas de madera, donde permanecerán hasta que se inaugure la nueva plaza Tahrir, que está en obras de renovación desde hace meses.
Asimismo, el departamento aseguró que “los trabajos de colocación de los cuatro carneros” han terminado esta madrugada, después de un largo proceso de restauración y traslado no exento de polémica por los daños que podrían haber sufrido las piezas en el proceso.
“Los carneros se han colocado en bases específicas junto al obelisco de Ramses II, que también fue restaurado y colocado hace unos meses”, ha indicado el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mustafa Waziri, en declaraciones recogidas en el comunicado.
Según Waziri, las estatuas con cuerpo de esfinge y cabeza de carnero permanecerán guardadas en las cajas de madera en las que han sido transportadas hasta que se inaugure el proyecto de desarrollo de la icónica plaza Tahrir. Este proyecto, anunciado a finales de 2019, se ha llevado a cabo “en el marco del plan del Estado para destacar la civilización egipcia, única en el mundo, en un nuevo escenario y diseño para embellecer la plaza y presentarla en todo su esplendor para que sea un nuevo lugar de visitas arqueológicas y turísticas en El Cairo”.
Este plan para embellecer la plaza Tahrir con un obelisco, un paseo de palmeras y los carneros ha sido muy controvertido en Egipto e incluso una ONG presentó el año pasado una denuncia para que el Gobierno revocara esta decisión. Los abogados de la ONG alegaron en su denuncia que existe riesgo para las piezas arqueológicas “que no se valoran con dinero” y además su traslado “contraviene la naturaleza del monumento arqueológico” del que provienen en Luxor.
Estas estatuas, según Antigüedades, proceden de la zona trasera de la fachada del famoso templo de Karnak de Luxor, mientras que el obelisco, que ya se alza en el centro de El Cairo, proviene de la zona arqueológica de San al Haggar, situada en la provincia de Al Sharquiya, en el Delta del Nilo (norte).