A cada paso, los arqueólogos se encuentran con nuevas maravillas. Nuevos detalles del fascinante descubrimiento.
Los restos descubiertos recientemente cerca de Luxor representan “sólo una parte” de una “ciudad perdida” de más de 3.000 años, informaron este sábado las autoridades egipcias y el arqueólogo Zahi Hawas, que supervisó las excavaciones.
“Al menos 10 años de trabajo de excavación serán necesarios para desenterrar de la arena la totalidad de la recién descubierta ‘ciudad dorada’, utilizada por el faraón Tutankamón hace unos 3.000 años”, dijo a la prensa Hawass, director del proyecto de investigación arqueológica del sitio y exministro de Arqueología de Egipto.
“Hemos encontrado sólo una parte de la ciudad”, dijo Hawas a la prensa en la antigua ciudad, situada en la orilla occidental del Nilo, antes de añadir que “la ciudad se extiende hacia el oeste y el norte”.
Los arqueólogos egipcios, que iniciaron las investigaciones en este sitio en septiembre de 2020, encontraron cientos de cerámicas, carne seca, vino, pequeñas estatuas y joyas.
Según los arqueólogos, la ciudad descubierta data del rey Amenofis III, que llegó al trono en 1391 a.C. La datación se estableció mediante sellos de cerámica.
Una serie de muros de ladrillos de arcilla, así como calles que pasan entre las construcciones, son visibles en el sitio. Asimismo, una serie de cerámicas, joyas y amuletos encontrados en las ruinas también fueron expuestos el sábado.
“Como si fuese ayer”
La ciudad descubierta es el “mayor asentamiento administrativo e industrial de la era del Imperio Egipcio en la orilla occidental de Luxor”, situada en el Nilo, indicó el Ministerio de Turismo y Antigüedades egipcio en un comunicado, que calificó el descubrimiento como “la mayor ciudad jamás encontrada en Egipto“. La urbe, añadió, recibió el nombre de “El Ascenso de Atón” y estuvo activa durante los reinados de faraones de la Dinastía XVIII, como Amenhotep III o Tutankamón.
“Las calles de la ciudad están flanqueadas por casas, con piedras en sus muros de hasta tres metros de alto”, aseguró Hawas, quien explicó: “Muchas misiones extranjeras habían buscado esta ciudad y no la habían encontrado” y, según el Ministerio de Antigüedades, “las capas arqueológicas han permanecido intactas durante miles de años, como si sus antiguos residentes las hubieran dejado ayer mismo”.
“El hallazgo de esta ciudad perdida es el segundo descubrimiento arqueológico más importante desde el hallazgo de la tumba de Tutankamón”, según Betsy Brian, la profesora de Egiptología de la universidad estadounidense John Hopkins, citada en el comunicado.
Hallazgo fortuito
Las excavaciones que llevaron al hallazgo se encuentran entre dos templos, uno dedicado a Amenhotep III y otro para Ramses III, en Luxor, y habían comenzado en septiembre de 2020 para tratar de encontrar el templo mortuorio de Tutankamón.
Pero a las dos semanas de empezar, la misión arqueológica se llevó una gran sorpresa cuando empezaron a aparecer ladrillos de adobe por todas partes y los arqueólogos comenzaron a desenterrar la gran ciudad.
Hasta ahora han logrado desenterrar varias áreas de la ciudad, donde se han encontrado una panadería, una gran cocina con hornos y piezas de cerámica para el almacenamiento de alimentos en la que debió trabajar un gran número de personas, así como un barrio administrativo y residencial.
La ciudad, según el comunicado, “estaba cercada por un muro en zigzag, con un único punto de acceso”, lo que hace pensar a los arqueólogos que tenía una función defensiva.
También han hallado un área de trabajo con moldes para la producción de amuletos y objetos decorativos y una zona para la fabricación de ladrillos usados en la construcción de templos y que llevan el sello con el nombre el faraón Amenhotep III.