El consejero escolar Orlando Calabrese habló esta mañana en la 99.9 sobre la iniciativa para que los presos de la Unidad Penal Nº 15 de Batán que cursan en los talleres de carpintería y herrería, reparen el mobiliario de las escuelas. “Ya tenemos 50 sillas; una mitad irá al Polivalente y la otra al Mariano Moreno”, adelantó.
La Unidad Penal Nº 15 de Batán se ha hecho blanco de controversias tras el anuncio público de que no podrá recibir más internos durante 60 días por falta de insumos y graves problemas edilicios. Sin embargo, surgen buenas noticias desde una parte de la sociedad que pretende darle un sentido a la reclusión. A través de una iniciativa encabezada por el consejero escolar Orlando Calabrese, los reclusos están trabajando en el arreglo del mobiliario de las escuelas.
Esta mañana en la 99.9, el funcionario explicó que “en el mes de marzo de este año firmamos un acuerdo con la Escuela de Formación Profesional 408 que funciona dentro de la Unidad Penal, con el objetivo de arreglar las mesas y sillas que corresponden al distrito de General Pueyrredón de las escuelas provinciales. Eso lo iban a hacer los internos que tienen dos cursos ahí dentro, de carpintería y herrería”.
Poner en marcha el proyecto llevó mucho trabajo, pero se logró: “después de mucho tiempo tratando de conseguir los materiales, pudimos hacerlo. A partir de ahora, se continuará con los traslados. Desde ayer, tenemos 50 sillas que irán al Polivalente y al Mariano Moreno”.
Se trata de una cantidad reducida de presos que se ocupa de estas tareas, con un objetivo claro que le comunicaron al mismo Calabrese: “es un grupo de 10 personas que está trabajando. El mayor beneficio para ellos es devolver algo a la sociedad, que ellos creen que le han quitado. En Mar del Plata nos harían falta unas 200 aulas en muebles y ellos, con su trabajo, están logrando que los chicos tengan lo mínimo e indispensable, que es una silla para sentarse en el aula”.
Esta idea surge en el contexto de un sistema escolar colapsado y donde nada se soluciona sino que, por el contrario, se deteriora sin reacción alguna de los funcionarios provinciales. “Las escuelas tienen un deterioro muy grande. Para mí, un 50% está en muy malas condiciones. En un edificio debe funcionar una sola escuela y en cada uno están funcionando dos o tres escuelas. Es un sobrecargo al edificio que no está capacitado para tener esa cantidad de chicos en un mismo momento”, explicó el consejero.
Ante cada pedido, se actúa para la foto, se hace alguna pequeña obra y mientras tanto todo se sigue cayendo a pedazos: “lo único que se han hecho son parches. No podemos trabajar en escuelas donde las escaleras son un peligro para los chicos, donde los baños no son apropiados o las aulas no están en condiciones; estamos arreglando los bancos nosotros. No tenemos las respuestas integrales para una educación de calidad, pero para eso pagamos no los impuestos”, reclamó.
Al parecer, la educación no entra en la agenda política de hoy y es probable que siga siendo así durante un largo tiempo más. “Mientras no tengamos gente honesta, con una ética para trabajar en pos del bien de los chicos, seguiremos de la misma manera. Es difícil hacer cambiar de opinión a un político que lo único que quiere es salir del paso”, destacó Calabrese. Por último, advirtió que “no hay una planificación. Se corre cuando el problema está instalado”.