Así lo determinó un estudio estadounidense que asegura que dos tercios de los casos de cáncer se debe a mutaciones aleatorias del ADN y no a factores hereditarios o de riesgo.
Los investigadores aseguran que las mutaciones aleatorias del ADN que se acumulan en varias partes del cuerpo durante la división celular normal son los principales culpables de muchos tipos de cáncer.
El estudio, que salió publicado en la revista Science, lo llevó a cabo un grupo de especialistas estadounidenses dirigidos por Bert Vogelstein, oncólogo del Hospital Universitario de Medicina Johns Hopkins, en Baltimore, y Cristian Tomasetti, biomatemático del mismo centro.
El informe analizó 31 tipos de cáncer y se descubrió que 22 de ellos, incluyendo la leucemia y el cáncer de páncreas, huesos, testículos, ovarios y cerebro, podrían ser explicados en gran medida por esas mutaciones aleatorias.
Los otros nueve tipos, entre ellos el cáncer colorrectal, el cáncer a la piel conocido como carcinoma de células basales y el cáncer pulmonar vinculado al consumo de tabaco, estaban más fuertemente influenciados por factores genéticos y ambientales, como comportamiento de riesgo o exposición carcinógena.
“Cuando alguien se enferma de cáncer, las personas quieren saber de inmediato por qué”, señaló Vogelstein y consideró que a la gente le “gusta creer que harazón pero el motivo real en muchos casos no es que uno no se comportó como era debido o que se expuso a alguna mala influencia del ambiente”.
“Fue solamente que esa persona tuvo mala suerte”, añadió, y apuntó: “Es como perder en la lotería”.
Por su parte, Tomasetti aseguró que las mutaciones dañinas se producen “sin ninguna otra razón particular más que la aleatoriedad”, dado que las células madre del organismo se dividen en varios tejidos.
El especialista remarcó que el estudio indica que cambiar el estilo de vida y hábitos para evitar el riesgo de cáncer podrían ayudar a evitar ciertos tipos de la enfermedad, pero que para otros no sería tan efectivo.
“Es por eso que deberíamos centrar más investigación y recursos en encontrar formas de detectar esos cánceres en etapas tempranas y más curables”, agregó.
Los investigadores trazaron la cifra acumulativa de las divisiones a lo largo de la vida en las células madre de un tejido determinado y las compararon con el riesgo de cáncer en la vida de ese tejido.
En términos generales, los tejidos que pasan por más divisiones incrementan la probabilidad de mutaciones aleatorias, por lo que son más propensos a tener tumores.
Durante el estudio no se cubrieron todos los tipos de cáncer: no se consideró el de mama ni el de próstata, porque los investigadores no pudieron determinar tasas confiables de división de las células madre.