La Coordinadora del Programa de Protección Social del CIPPEC, Gala Díaz Langou brindó esta mañana en la 99.9 un panorama de las conclusiones que sacaron después de analizar la franja de los jóvenes que ni estudian ni trabajan en la provincia de Buenos Aires. “Son 566.000 chicos y a pesar de que hay un mito que dice que las chicas dejan el colegio porque quedan embarazadas, es al revés”.
La problemática de los jóvenes que no estudian ni trabajan en el país y en la provincia de Buenos Aires es preocupante. Los denominados “ni-ni” son foco de estudio para los centros especializados como el caso del CIPPEC que ha tomado el territorio provincial para llevar a cabo un relevamiento que arrojó resultados sorprendentes.
Esta mañana, en la 99.9, habló sobre las conclusiones del mismo la Coordinadora del Programa de Protección Social Gala Díaz Langou, quien destacó que “el ideario de los “ni-ni” es un grupo de varones en una esquina tomando cerveza y sin saber qué hacer. Siempre se hablaba de un 1 millón y medio de chicos en esta situación, pero son menos. Son un 15% de la población juvenil lo que equivale a 566.000 chicos. No es un número menor y tampoco indica que los que no son ni-ni tienen la vida resuelta”.
Lo que llama la atención en cuanto a los números que recogieron es el alto grado de mujeres dentro de ese grupo: “otra novedad es que de los 566.000, el 74% son mujeres y el 41% son madres. Se rompe el mito de los chicos sentados en la esquina tomando cerveza, sino son chicas jóvenes criando a sus hijos. Están cumpliendo su rol reproductor de la sociedad en algunos casos”, destacó.
Evidentemente, la sociedad muta de distintas formas y en los últimos años, el hecho de pensar en una forma de abordar los temas, debe tener primero un replanteo en los problemas a tratar. “En Argentina convivimos con el mito de la desnutrición pero en realidad el principal problema en el país es la malnutrición y sobre todo la obesidad. Hay que cambiar el foco de los supuestos en los problemas sociales, porque desde la crisis de 2001 y 2002 cambiaron muchos problemas y son distintos los abordajes que se requieren”, agregó Díaz Langou.
Lejos de pensar en la actualidad que el embarazo se transforma en la causa de la deserción escolar, la integrante del CIPPEC señaló que se da a la inversa: “también hay un mito que dice que las chicas dejan el colegio porque quedan embarazadas, pero es al revés. Se busca tener un hijo para conseguir un status social y un proyecto de vida que no se logra en otras dimensiones”.
Las costumbres y la forma de diversión para los jóvenes también ha cambiado, como así también los consumos. “La generación que tiene entre 30 y 35 años consumía más alcohol y más tabaco que los que hoy tienen entre 20 y 25 años. Estos jóvenes, también consumen más marihuana que los que tienen hoy 30 años y necesitamos saber más sobre las razones para que esto ocurra”, advirtió la directora del Programa de Protección Social.
Los gobiernos deben ponerse al frente de estas cuestiones con el objetivo de disminuir los números de incidencia y trabajar hasta la erradicación, porque sino se provoca un efecto inverso: “un dato que nos sorprendió es la tasa de embarazo adolescente que es el único país en latinoamérica donde está en crecimiento. Nos lleva a replantearnos como se comunican los temas de educación y salud sexual y reproductiva que tienen un tabú encima. Debemos generar un poco más de conciencia”, remarcó Díaz Langou.
Todos estos desajustes tendrán una incidencia directa en el futuro cuando los más chicos de la actualidad sean los encargados de la productividad del país y hasta del pago de las jubilaciones de quienes ahora se encuentran activos en el mercado laboral. “Estamos viviendo un proceso de segregación social que nos pasará factura de aquí a unos años. Las tasas de delincuencia, de precariedad laboral, de criminalidad, es por la ausencia de políticas dirigidas a la primera infancia y a la juventud”, concluyó.