El gobierno del premier japonés Shinzo Abe aprobó un plan de relanzamiento de la economía del país por 3.500 billones de yenes, equivalente a unos 24 mil millones de euros.
La inversión estatal estará orientada fundamentalmente a dinamizar el consumo, tras ingresar en recesión, y ayudar a las regiones devastadas por el tsunami. También aplica fuertes inversiones para el desarrollo de las medianas y pequeñas empresas.
El programa, avalado en una reunión del Gabinete de Gobierno, aspira a elevar el Producto Interno Bruto (PIB) de Japón en un 0,7% en el ejercicio en curso, según informó el Ejecutivo en un comunicado.
El Gobierno liderado por el recién reelegido premier Shinzo pretende revitalizar así la economía nipona, después de que en el período julio-septiembre entrara en recesión técnica ahogada por el aumento del impuesto sobre el consumo implementado en abril.
El PIB japonés se contrajo por segundo trimestre consecutivo debido sobre todo a que la demanda siguió resintiéndose tras la subida del impuesto sobre el consumo del 5 al 8%, la primera en 17 años, lo que llevó a la población a moderar sus gastos.
El nuevo paquete de estímulo incluye 1,2 billones de yenes (8.160 millones de euros) para medidas concretas de apoyo a los consumidores y las pymes, y 1,7 billones de yenes (11.560 millones de euros/14.110 millones de dólares) para proyectos de prevención de desastres y reconstrucción de zonas afectadas por el terremoto y el tsunami que afectaron al país en 2011.
Otros 600.000 millones de yenes (4.080 millones de euros) se invertirán en áreas del país que sufran estancamiento económico y descenso de su población, como sucede en muchas regiones rurales.
Una parte importante de esa partida se destinará a apoyar la maternidad en 50 municipios del país, el aumento de los servicios médicos y sociales y el número de plazas disponibles en guarderías.
El paquete de estímulo formará parte del plan presupuestario suplementario para el año fiscal en curso, que termina en marzo de 2015, y el objetivo es financiarlo con ingresos fiscales y excedentes del actual ejercicio para evitar la emisión de más deuda pública.
También habrá más inversiones en obras públicas y se pondrán en marcha otras medidas para modernizar el sector inmobiliario y promover construcciones más cuidadosas con el medio ambiente.
Con el estímulo anunciado se concederán subsidios de hasta 12 mil millones de euros a las pequeñas y medianas empresas que cumplan determinadas condiciones y que fueron afectadas por la depreciación del yen y por la subida impositiva de abril último.
Esas entidades invertirán esa ayuda en aumentos salariales para sus empleados. De ese modo, especula el Gobierno, se espera compensar el alza de los precios que promueve el Banco de Japón para sacar al país de la deflación crónica.
El 24 de diciembre pasado, la Cámara Baja de Japón y el senado reeligieron Shinzo Abe como primer ministro del país. Al asumir dijo que tenía previsto priorizar la consolidación de la agresiva estrategia económica “Abenomics”, como la bautizó la prensa, destinada a sacar a Japón de su ciclo deflacionista de más de dos décadas.