Hay dos individuos imputados por femicidio y homicidio calificado.
La ambientalista Javiera Rojas, de 43 años, fue encontrada muerta el pasado domingo en una vivienda abandonada ubicada en la ciudad de Calama, Región de Antofagasta, al norte de Chile. Su cuerpo tenía varias heridas y, según El Mostrador, estaba atado de pies y manos.
Esta noticia se esparció rápidamente en el país sudamericano y causó indignación. Rojas tenía trayectoria en la defensa del medio ambiente y entre sus actuaciones más destacadas sobresale su oposición a la construcción del embalse La Tranca en 2018, dentro de la localidad El Durazno, en el valle Cogotí, Región de Coquimbo. En aquel tiempo, presidía la Agrupación Ecológica Valle de El Durazno.
Tras darse a conocer el crimen, el Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT) comunicó: “El contexto confuso descrito hasta el momento, no nos permite afirmar hasta ahora que se deba a su calidad de defensora, sin embargo, podemos asegurar que se enmarca dentro de la violencia de género que vulnera a mujeres día a día”.
Inicia la investigación
La Fiscalía Local de Calama informó este jueves que se formalizó la investigación contra dos individuos, cuya identidad se resguarda a pedido de las autoridades: “J.P.D.B.”, imputado por femicidio, y “M.L.S.”, con cargos por homicidio calificado. Ambos están en prisión de forma preventiva, “por ser considerados un peligro para la seguridad de la sociedad”.
Citando al fiscal Cristián Aliaga, La Tercera publicó que el primero de ellos, de 29 años, sería el conviviente de la víctima, mientras que el segundo, de 23, sería un ciudadano extranjero con un vínculo menos cercano. La medida cautelar se llevará a cabo en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Calama, porque uno de ellos tiene covid-19 y el otro es su contacto estrecho, entonces no pueden ser trasladados.
El funcionario judicial también señaló que el inmueble de los hechos estaba en “ruinas”, siendo un escenario que registró muchos allanamientos por temas de drogas.
“Alevosía y ensañamiento”
En su texto oficial, el Ministerio Público expresó que el asesinato se cometió el 27 de noviembre. Desde el día anterior, los acusados le habrían cometido todo tipo de torturas: “En el lugar, víctima e imputados tuvieron una discusión por aparentes temas de dinero, quienes luego la amarraron de pies y manos, y posteriormente, la golpearon en reiteradas oportunidades en el cráneo y cuerpo, propinándole diversas puñaladas en sus extremidades inferiores”.
Según los investigadores, la mujer murió en ese mismo sitio, y fue encontrada al día siguiente, ya que uno de los involucrados le habría revelado el asunto a un vecino.
Entre sus conclusiones preliminares, la Fiscalía destacó “la alevosía y ensañamiento con que ambos imputados cometieron este violento delito”. Asimismo, el Tribunal de Garantía estableció un plazo de 200 días para investigar el caso, que también cuenta con la participación de la Policía de Investigaciones (PDI) de Calama.
Reacciones
El candidato presidencial de izquierda, Gabriel Boric Font, dijo que “este crimen no puede quedar impune”. El actual diputado relacionó el femicidio de Rojas con su condición de activista, y pidió “proteger a las y los defensores ambientales desde el Estado, actuando para prevenir la intimidación, hostigamientos y ataques a quienes luchan por el medioambiente”.
Antes, la constituyente Bárbara Sepúlveda Hales había expresado: “En Chile es tremendamente peligroso proteger el medio ambiente, en plena democracia se persigue, hostiga, acosa y asesina a activistas medio ambientales”.
“En el Chile de hoy es más peligroso defender los recursos naturales que saquearlos”, criticó el alcalde de la comuna de Recoleta, Daniel Jadue. Y la diputada comunista Camila Vallejo Dowling, agregó: “Ella luchaba contra la termoeléctrica Prime y el embalse La tranca; no puede ser que otra activista pierda la vida y quede en la impunidad”.
Por el momento, los fiscales no manifestaron que exista un nexo entre el crimen y la trayectoria ambientalista de Rojas. Sin embargo, la indagación apenas comienza.