Aumentó la cantidad de aficionados. Pero la técnica deficiente eleva el riesgo de fracturas.
Entre los aficionados al deporte se instaló la creencia de que el entrenamiento del boxeo es el más intenso de todos. Y mientras los clubes de barrio se llenaron de púgiles con ánimo de knock out, en la guardias traumatológicas crecen inexplicablemente las consultas por los traumatismos de mano.
“A partir del fenómeno Maravilla Martínez, el incremento de aficionados a este deporte se elevó significativamente. Este año hubo un aumento aproximado del 25% con respecto al 2012”, explica Facundo Millicay, miembro de la Federación Argentina de Box. Clarín reflejó el boom de esta práctica en los clubes.
Pero la contratara de ser un Rocky Balboa llega como un golpe al mentón. “Es importante concientizar sobre los cuidados, ya que la multiplicación de lesiones del deporte siempre es proporcional al aumento de deportistas que ahora practican el boxeo ”, coincide Gustavo Nigrelli, jefe de prensa de la Federación Argentina de Box.
Los expertos afirman que la reiteración y la fuerza del impacto del golpe, el correcto vendaje de las manos, la confección de los guantes, la frecuencia e intensidad del entrenamiento, son factores que tienen relación directa con estas lesiones. A eso hay que sumarle la preparación física, el precalentamiento y la elongación, tres rutinas indispensables.
La atracción por el golpe a golpe condujo a un mayor número de casos clínicos: “se observa un incremento del 30% en las consultas, pero no solamente de boxeo, también de aquellos que practican artes marciales”, comenta Carlos Eugenio Martínez, presidente de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano (AACM).
Entre las afecciones más comunes está la llamada “fractura de boxeador”, que puede derivar en la rotura del quinto metacarpiano. “Este tipo de lesiones es típica de los boxeadores amateur, ya que responden a una técnica deficiente. El problema es que se inclina mal la muñeca y como la posición del puño no es la adecuada, el impacto, en lugar de ser con el primer y segundo metacarpiano, se produce con el cuarto y el quinto, los dos últimos. Lo que puede ocasionar una fractura”, explica Martínez.
No es casualidad que dentro de las lesiones óseas, en especial las fracturas, “el 65% corresponden al 5° metacarpiano, 20% al resto de los metacarpianos y 15% afecte falanges y otros huesos del carpo”, afirmó Germán Tonetto, especialista miembro de la AACM. La protección es un aspecto vital para cuidar manos y muñecas. En el boxeo amateur, el vendaje debe ser más liviano para que la empuñadura no sea tan rígida y los golpes no tengan tanto impacto. Cuando uno ve a un campeón que castiga con derecha y se cubre con la otra, esta combinación, a la distancia, parece simple de llevar a la práctica. Pero en realidad, lleva años de formación. “El posicionamiento de los miembros superiores es de suma relevancia, sobre todo el grado de flexión de la muñeca y la posición del puño al momento del impacto para que el golpe no produzca lesión”, apunta el cirujano Guillermo Belluschi.
Lo más complicado en una lesión, es el período de recuperación. El índice de reaparición de lesiones está sumamente relacionado con las condiciones clínicas del deportista y su preparación física. “Se debe priorizar, como objetivo terapéutico, la vuelta del boxeador a su nivel previo a la lesión y la conservación de la fuerza del miembro”, concluye Martínez.