El avión de tres alas que gasta un 70% menos de combustible

Los gobiernos están exigiendo un cambio radical en nuestra forma de volar, este avión promete revolucionar la industria rebajando al 70% el gasto de combustible y al 80% las emisiones de CO2.

En avión con tres alas, que lleva el motor en la cola y que es capaz de rebajar el consumo de combustible al 70% y las emisiones de CO2 un 80%. Este es el peculiar diseño que ha presentado SE Aeronautics y que, según su CEO, pretende “revolucionar la industria”. Las aerolíneas van a tener que cambiar muchas cosas en los próximos años si quieren responder a las nuevas políticas medioambientales que se están poniendo en marcha en todo el mundo.

El plan del gobierno ‘España 2050’ plantea varias medidas para reducir las emisiones de CO2 de las aerolíneas. Entre otras cosas proponen una tasa de viajero frecuente, gravar con impuestos los billetes de avión según la cercanía del destino o prohibir los vuelos en los trayectos de menos de dos horas y media que ya estén cubiertos por el tren. Muchas de estas medidas no harían falta si los aviones fueran más eficientes en su consumo o no emitieran tanto CO2.

El avión de SE Aeronautics, como tantos otros prototipos que están saliendo últimamente, es una vuelta de tuerca al diseño aeronáutico tradicional. Además de ahorrar combustible y recortar emisiones, su avión es capaz de transportar 264 pasajeros, tiene una autonomía de unos 16.900 km y cuenta con una velocidad máxima de 1,111 km/h (Mach 0,90), superior a la de otros jets de la misma clase.

Desde luego el diseño del SE200, que es como la compañía ha bautizado a su nueva aeronave, es innovador. Aunque siempre ha habido aviones de tres alas, estas normalmente se sitúan una encima de la otra, en lugar de ocupar todo el largo de la nave como es el caso en este modelo. SE Aeronautics afirma que este ala adicional proporciona más sustentación y acorta el alcance de despegue y aterrizaje de este modelo, lo que le permite también operar en aeropuertos pequeños.

Otra peculiaridad de las alas del SE200 es que no funcionan como depósito de combustible como suele ser habitual, sino que lo almacenan un una especie de vejigas situadas en la parte superior del avión.

La compañía planea, además, construir el fuselaje de una sola pieza con un material más resistente, aunque no ha especificado cuál. Lo normal es construir el cuerpo del avión a base de unir varios cilindros que se atornillan para que se mantengan juntos, pero SE Aeronautics quiere evitar ese tipo de ensamblaje porque, según ellos, las juntas son el punto más débil del avión y donde suele romperse el fuselajes en caso de accidente.

El sistema de ventilación del SE200 también es innovador. En plena época Covid y para prevenir enfermedades que se transmitan por el aire, la compañía propone un sistema en el que no hay recirculación, sino que toma el aire de una sola vez. Además quieren hacer el viaje más cómodo con un nuevo sistema de asientos “basculante”, que, según ellos, se podrá disfrutar hasta en clase económica.

El SE200 suena muy prometedor y la compañía está buscando inversores para iniciar su producción. Aun así, habrá que ver si cuando entren en la etapa de fabricación se cumplen todas las expectativas.

Casi a la vez que el SE200 se ha presentado otro prototipo de avión de tres alas, el británico BEHA. Este modelo, mucho más pequeño que el anterior, tiene capacidad para 18 personas y llevará un motor híbrido que puede funcionar con electricidad y biocombustible. En este caso las alas sí que van una encima de otra aunque están soldadas la punta, un diseño que recuerda al del avión que usaba el Barón Rojo en la primera guerra mundial.

El BEHA está pensado para viajes cortos y para poder aterrizar y despegar en aeropuertos pequeños gracias a su tamaño y al peculiar diseño de sus alas.

Similar en capacidad al SE200 está el Flying-V. Un avión con forma de punta de flecha que tiene capacidad para 314 pasajeros y que gasta un 20% menos de combustible que otras aeronaves de tamaño similar. Este prototipo está desarrollado por investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft, en los Países Bajos, y financiado por la aerolínea neerlandesa KLM.

“El diseño aún requiere pruebas rigurosas”, comenta a CNN el investigador de Delft, Roelof Vos. “Hemos hecho pruebas numéricas y pruebas preliminares en el túnel de viento, pero tenemos que hacer muchas más en los túneles de viento de alta y baja velocidad para demostrar que este avión es eficiente como creemos”, asegura.

Los investigadores esperan poder probar en vuelo un modelo a escala del Flying-V este mes de septiembre, aunque admiten que no se espera que el avión entre en servicio hasta 2040 o 2050.

Aunque estos aviones prometen viajes aéreos sostenibles, lamentablemente, llegan demasiado tarde como para que sean una solución que rebaje las emisiones de CO2 de aquí a 2050. El primer avión de pasajeros eléctrico, el P-Volt, no se espera hasta 2026 y se trata de un modelo con capacidad para solo 9 pasajeros. A aviones como el Flying V le quedan décadas por delante y el SE200 ni siquiera tiene asegurada la financiación todavía.