Una exhibición aérea en Dubái muestra los primeros prototipos de aeroplanos de competición alimentados con baterías y capaces de volar a 450 kilómetros por hora.
Las carreras en el ámbito del motor son mucho más que una mera competición; constituyen el mejor banco de pruebas tecnológico al llevar al límite los desarrollos de laboratorio. Dubái ha acogido el pasado fin de semana la presentación del considerado el primer avión eléctrico del mundo capaz de volar a 450 kilómetros por hora y responder a los niveles de exigencia que demanda una carrera aérea. Los drones eléctricos más rápidos desarrollados hasta la fecha alcanzan los 300 kilómetros por hora y dependen de rotores o sistemas de propulsión que no son suficientes para largos alcances (distancia) o cargas pesadas. El avión comercial quiere superar estas barreras con la electricidad y dejar de ser responsable, según la Organización Internacional de Aviación Civil, del 2% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El promotor de carreras aéreas Jeff Zaltman, el gigante aeronáutico Airbus y la Universidad de Nottingham (Reino Unido) se han asociado para impulsar la electrificación de la aviación. Para conseguirlo, han presentado en la feria del sector Dubai Airshow el primer equipo que participará el próximo año en la Air Race E, una alta competición para aviones completamente eléctricos.
El objetivo es desarrollar un avión que, a diferencia de los drones que se desarrollan en la actualidad, pueda responder a mayores demandas de velocidad, rendimiento y gestión de la energía. El mejor entorno es una carrera deportiva, considerada la plataforma óptima para poner a prueba motores eléctricos más limpios, más rápidos y tecnológicamente avanzados.
En esta nueva generación de la aviación eléctrica, además de Airbus, ya se han embarcado grandes tecnológicas como Rolls Royce o Siemens. La meta es desarrollar motores eléctricos, baterías, materiales, componentes y sistemas electrónicos de potencia que consigan igualar el comportamiento de los equipos de propulsión actuales, fundamentados en combustibles fósiles. Para alcanzar esta meta, la Universidad de Nottingham ha invertido 13 millones de euros en el programa Beacons of Excellence.
“Momento crucial”
“Este es un momento crucial no sólo para Air Race E, sino para la industria de la aviación en su conjunto. Nuestro objetivo, mediante el establecimiento de una serie de carreras, es desarrollar una plataforma para el desarrollo de aviones eléctricos más limpios, más rápidos y tecnológicamente avanzados. La serie de competiciones proporcionará un banco de pruebas para la innovación y acelerará el tránsito hacia los viajes comerciales eléctricos. Ahora hemos demostrado que es posible y estamos en camino de hacer de nuevo historia cuando aviones como el que se ha exhibido en el Dubai Airshow tomen los cielos para la carrera del próximo año”, ha afirmado Zaltman.
El Modelo E-Racer, presentado en la ciudad de los Emiratos Árabes Unidos, ha sido construido por el equipo Cóndor en los talleres británicos de Yorkshire a partir de un avión Cassutt, bautizado como White Lightning (Rayo blanco) y donado por el piloto Andrew Chadwick.
El motor ha sido desarrollado por Contra Electric, una compañía británica centrada en esta ingeniería. “Hay muchas razones para volverse eléctrico, pero creemos que la simplicidad extrema de los motores eléctricos, los menores costes de mantenimiento y operación y el rendimiento que solo la propulsión eléctrica puede ofrecer, definirán una generación completamente nueva de sistemas de propulsión de aviones”, afirma la empresa.
El motor eléctrico probado en Dubái, silencioso, estable, de respuesta inmediata, ha sido diseñado para alcanzar una velocidad máxima de 482 kilómetros por hora a una potencia continua de 150 kilovatios (KW) obtenida a partir de baterías de litio situadas bajo el fuselaje que permiten volar entre cinco y 10 minutos, según la potencia demandada. El ingeniero de la Universidad de Nottingham Richard Glassock prepara un segundo modelo de características similares al White Lightning presentado en Dubái.
Son los primeros vuelos del avión eléctrico. Ha despegado, pero por el momento en unidades ligeras. Queda una larga ruta por delante que pasará por la implementación de modelos híbridos y la incorporación de vectores como el hidrógeno para la generación de energía, así como la progresiva aplicación de la tecnología eléctrica a los aviones comerciales actuales. El tiempo estimado de llegada: desconocido. Pero la carrera ha comenzado.