El vuelo de Magario a Tucumán para un acto del PJ reactivó la polémica por el uso del avión sanitario.
El vuelo privado que llevó a la intendenta de La Matanza, Verónica Magario , hasta Tucumán para el multitudinario agasajo peronista después de la victoria en las PASO fue apenas uno de los 1000 viajes que hizo el avión sanitario de esa provincia en los últimos cinco años, según documentos oficiales con el detalle de esos vuelos que consultó LA NACION durante las últimas semanas.
Fueron por lo menos 1020 viajes del avión tucumano desde enero de 2015 hasta el pasado septiembre, un período que incluye la gestión de Juan Manzur y los últimos meses de José Alperovich como gobernador. Los 900.000 kilómetros recorridos por el Cessna Citation patente LV-BEU equivalen a 22 vueltas al mundo. En promedio, un vuelo cada dos días. Y un costo aproximado para la provincia de unos U$600.000 dólares por año, según fuentes del mercado.
¿Para qué se usó el avión? En mayor medida para trasladar funcionarios. Durante el último mes de septiembre, en la previa de las elecciones generales, el Cessna Citation se encendió cinco veces para hacer traslados “oficiales”, otras tres veces se usó para hacer viajes “sanitarios” y, por último, en dos ocasiones fue utilizado como “ferry”, según la información que consta en el Registro Oficial de Vuelos del gobierno de Tucumán. El sitio oficial, sin embargo, no informa quiénes fueron los pasajeros en cada vuelo.
Pero el avión oficial también fue utilizado por empresarios como Gustavo Cinosi, un hombre vinculado al hotel Sheraton de Tucumán, lugar que sirvió reunir a los empresarios que financiaron la campaña electoral de Alberto Fernández .
La gran mayoría de los viajes despegaron de Tucumán y aterrizaron en Buenos Aires (Aeroparque o San Fernando). Pero el jet también llegó hasta otros destinos menos frecuentes como Montevideo, Punta del Este o Santiago de Chile, la mayoría de los lugares donde se realizaron actividades oficiales a las que asistió Manzur. Ante la consulta de este medio, desde el gobierno tucumano remarcaron que el avión se utiliza como está previsto por la ley, como una “herramienta de trabajo para hacer más eficiente” la gestión del gobernador.
De Tucumán a Punta del Este
El Cessna tucumano aterrizó en Punta del Este el 30 de agosto de 2018, el mismo día que Manzur asistió a un encuentro de la Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (Zicosur) en Punta del Este, pudo reconstruir LA NACION entre los planes de vuelos y otros documentos oficiales. Una semana antes, el exministro de Salud había estado en una cumbre de gobernadores e intendentes en Santiago de Chile, siempre trasladado con el avión oficial.
La polémica se hizo pública cuando se conoció que Tucuman había puesto su avión sanitario a disposición de la intendenta Magario y del exintendente Fernando Espinoza para trasladarse hasta esa provincia para agasajar a Alberto Fernández con un asado multitudinario, que incluyó 2000 kilos de carne y unas 10.000 empanadas. “Lo que hay que entender es que (los aviones oficiales) son herramientas de trabajo y que uno las utiliza en el marco de la prioridades que hay en el accionar del Gobierno de la Provincia”, respondió Manzur.
En los registros consultados aparece entre los pasajeros frecuentes Jorge Neme, secretario de Relaciones Internacionales de Tucumán, que enfrenta una investigación del juez federal Sebastián Ramos por irregularidades en adjudicaciones de obras de riesgo en diferentes provincias. Neme ya fue allanado y los investigadores se mostraron interesados -según pudo saber este diario- en la trama de empresarios que lo rodean. El funcionario intenta ahora que la causa pase a la justicia tucumana.
Pero el jet sanitario de Tucumán también fue utilizado por otros dirigentes que no son funcionarios provinciales. En mayo de 2015, por ejemplo, el Cessna hizo un vuelo “ferry” -según el sitio oficial- para trasladar al uruguayo Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), desde Tucumán hasta Buenos Aires, según los documentos que revisó LA NACION. A ese vuelo se subió también su asesor en la OEA, el empresario Cinosi, un hombre cercano a Manzur, cuya constructora levantó el Sheraton de Tucumán. Los acompañó Pablo David Tonelli, un funcionario de la provincia.
Desde el gobierno tucumano aclararon que el vuelo ocurrió cuando Almagro y Cinosi viajaron a Tucumán para firmar un acuerdo entre la OEA y la Zicosur. Entonces, la provincia puso a su disposición el jet oficial.
Cinosi tuvo estrechos vínculos con el poder kirchnerista y llegó a ser socio de Jorge Chueco, el exabogado de Lázaro Báez preso por la “ruta del dinero K”. Entre los principales nexos políticos de Cinosi figura Carlos Zannini, mano derecha de Cristina Kirchner en la secretaría Legal y Técnica.
La flota oficial
El Cessna es sólo uno de los jets que tiene Tucumán. El Learjet 60 matrícula LV-CKA, que también suele usarse para vuelos oficiales, está en reparación. Y la provincia también tiene también dos helicópteros. El mantenimiento de todas las aeronaves, el sueldo de los pilotos, el combustible, los seguros y otros gastos forman parte del presupuesto provincial.
Aunque la función de los jets es la tarea sanitaria, la ley provincial establece que también pueden ser utilizados para el traslado de funcionarios y, “solo excepcionalmente para traslados privados”. El diputado opositor José María Canelada denunció la semana pasada la inconstitucionalidad de la ley provincial al entender viola el Código Penal de la Nación al permitir el uso discrecional de los jets.
Curiosamente en la lista de pasajeros que viajaron en el avión tucumano y que cotejó este medio aparecen identidades de pasajeros con los nombres cambiados, que tampoco coinciden con los números de documento que presentaron al embarcarse.
Otros pasajeros frecuentes del avión sanitario tucumano eran la exsenadora Beatriz Rojkes y el exgobernador José Alperovich, que adquirió ese jet para la provincia cuando estaba a cargo del Ejecutivo. La pareja se subió en mayo de 2018 rumbo al aeropuerto de San Fernando, pudo reconstruir este medio. Sin embargo, el exmandatario provincial habría dejado de usar los recursos públicos para moverse después de su ruptura con el gobernador Manzur, informaron fuentes de la provincia.