La deuda de la entidad se redujo a menos de la mitad por la devaluación y el desarme de LEBAC: pasó de representar 110% de las reservas en abril al 42% en noviembre.
Con activos básicamente en moneda extranjera y pasivos en pesos, los movimientos de dólar –determinante en la debacle económica financiera de 2018– dejó un balance del Banco Central equilibrado por efecto de la “licuación” y la extinción de las Lebac.
Según el último Estado Resumido de Activos y Pasivos del Central, actualizado al 30 de noviembre pasado, el stock de Leliq alcanza los $711.436,7 millones. Si se le suman el remanente de Lebac, por unos $116.318 millones y otras emisiones, los títulos de deuda del BCRA ascienden a 832.686,5 millones de pesos.
Este monto representa un 67,2% de todo el dinero con el que funciona la economía, la Base Monetaria (moneda en circulación, cheques cancelatorios y depósitos en cuentas corrientes), por 1.238.890,7 millones de pesos. La entidad monetaria se comprometió a mantener este nivel de Base Monetaria hasta junio de 2019.
Al observar el activo del balance del Central, las Leliq y Lebac representan el 42,8% de las reservas internacionales medidas en pesos, en $1.946.453,9 millones al 30 de noviembre (USD 51.193 millones a un tipo de cambio de $38,0217).
Como consecuencia de la abrupta devaluación del peso argentino en 2018, superior al 50%, y a la venta de reservas para el desarme del carry trade a partir del 25 de abril, que concluyó en la práctica con la extinción de las Lebac, el nivel de pasivos remunerados del BCRA respecto de reservas cayó del 111% el pasado 23 de abril al 42,8% el 30 de noviembre.
Hay que recordar que el stock de Lebac el 23 de abril pasado llegó a $1.377.767,4 millones, frente a reservas internacionales por $1.238.723,8 millones (USD 61.185 millones, a un tipo de cambio de $20,25 por dólar).
Semejante stock de deuda en el balance de la entidad, equivalente a más de USD 60.000 millones u 11% del PBI, con alta tasa de interés, por encima de los activos en moneda extranjera, provocó la turbulencia en el mercado financiero, con un dólar que duplicó su valor en cinco meses, hasta superar los 41 pesos el 28 de septiembre.
El mejor balance desde 2012
Hay que retrotraerse seis años para encontrar una relación tan baja entre pasivos remunerados y reservas. Según el balance del Central al 7 diciembre de 2012 las reservas internacionales medidas en pesos alcanzaban los $220.707,3 millones (USD 45.397 millones, a un tipo de cambio de $4,9288), mientras que los títulos emitidos por el BCRA (Letras en moneda local y extranjera) sumaron $96.312,4 millones, un 43,6% de dichas reservas.
La autoridad monetaria argumenta que con el actual esquema de política monetaria aplicado a partir de octubre, con la llegada de Guido Sandleris a la presidencia de la entidad, “son varios los factores que apuntalan la sostenibilidad de estos pasivos”.
“En los últimos meses, el saldo de del Banco Central se redujo tanto en términos del PBI como en términos de las reservas internacionales, con lo cual el punto de partida le da un mayor margen de maniobra a la nueva política monetaria”, acota el Central.
Entre abril y septiembre el peso de los pasivos remunerados del BCRA, entre letras, notas y pases, cayó de 11,2% del PBI a 5,6% del PBI, mientras que el ratio a reservas internacionales pasó de 110% a 40 por ciento.
“Esta dinámica se explicó, primero, por la caída en la demanda de Lebac por parte del sector privado no bancario a partir del inicio de la turbulencia financiera en abril y, luego, por el programa de desarme del stock de Lebac implementado por el Banco Central a partir de agosto. En el caso del ratio a reservas internacionales, influyó además el incremento registrado por el tipo de cambio en ese lapso”, sintetizó la entidad monetaria.
La debilidad de las reservas
El panorama del Banco Central presenta aún muchas dificultades. Con una tasa de interés apenas debajo del 60% anual en pesos, el incremento de los pasivos avanza a mayor ritmo que el valor del dólar, con el consecuente deterioro progresivo de la hoja de balance.
Por otro lado, la economía argentina necesita recuperar el superávit de cuenta corriente –comercial y por turismo y servicios– para que el ingreso neto de dólares consolide las reservas del BCRA en forma genuina y ceda la dependencia del crédito externo como fuente de divisas.
Hoy los activos internacionales en poder del Central están cerca de los USD 50.000 millones, pero esta composición incluye desembolsos del FMI, que solo están disponibles para pagar deuda, el “swap” con China, un préstamo del Banco de Basilea, el remanente de los REPO con bancos y depósitos privados en divisas.
Por lo tanto, las reservas internacionales netas disponibles alcanzaban los USD 14.771 millones al 23 de noviembre, según cálculos de Balanz Capital. Es un monto que apenas cubre cinco meses de importaciones.
Balanz señaló que “en octubre y noviembre el BCRA no participó en el mercado de cambios. Las variaciones en las reservas internacionales se deben a dos factores: las transferencias del FMI y los pagos de deuda”.
“Las reservas netas (descontado las obligaciones con el sector privado, organizaciones multilaterales y REPO, préstamos de bancos respaldados con bonos públicos) se mantuvieron estables alrededor de los USD 14.700 millones en noviembre”, precisó.