Javier González Fraga aspira a colocar $ 35.000 millones de aquí a fin de año. La mitad serían hipotecarios. Lanzan a fines de julio una línea pyme al 15% anual.
El Banco Nación (BNA) aspira a colocar $60.000 millones en créditos este año, para lo cual buscará reducir tenencias de Lebac que llegaban a los $ 130.000 millones a principios de año. El objetivo fue definido por el presidente de la entidad, Javier González Fraga, quien detalló que para alcanzar esa cifra s deberá otorgar financiamiento por $ 35.000 millones hasta fin de año, entre líneas hipotecarias, pyme y otras.
El eje de la ampliación de la cartera de créditos estará puesto en una línea para mipymes llamada “Carlos Pellegrini” que debería estar en marcha a fines de julio y con la que financiaran empresas hasta a 15 años de plazo en dólares, pesos y con UVA a tasas que en moneda local parte del 15% anual fijo por tres años.
“En febrero me encontré con un banco excesivamente líquido”, dijo González Fraga ayer en un encuentro con la prensa. “Nos proponemos prestar $ 35.000 millones de acá a fin de año, lo que significa prácticamente triplicar lo colocado en el mismo semestre del año pasado”, dijo.
Según explicó el funcionario, la mitad de a cifra se completaría con créditos hipotecarios, mientras que el resto quedaría para las demás líneas. Más de 94.000 clientes del banco tramitan hoy sus créditos para vivienda, un rubro en el que se había avanzado ya en la gestión de Carlos Melconián, antecesor de González Fraga en el BNA.
Más allá de eso, la esperanza del ex presidente del Banco Central (BCRA) está depositada en la nueva línea “Carlos Pellegrini”. La línea es agresiva: busca otorgar créditos para inversión y capital de trabajo a micro, pequeñas y medianas empresas con la idea de facilitar los trámites y volcar tantos pasos como sea posible a la Web.
La línea Pellegrini será en pesos, dólares o indexadas por UVA y por hasta 15 años de plazo. En pesos, las empresas se podrán financiar a una tasa fija del 15% durante los primeros tres años, luego variable en base a Badlar más un spread.
“La tasas está cerca del costo actual de fondeo, pero tenemos confianza en que la inflación va a ir bajando a lo largo de la vida del préstamo”, comentó González Fraga.
En el caso de los prestamos en dólares, sólo estarán disponibles para empresas a las que el BCRA autoriza a tomar financiamiento en moneda extranjera (exportadores y actividades asociadas). La tasa, en este caso, será del 2% para créditos a un año, del 3% para los dos años y del 4% desde los 3 años de plazo en adelante. Después del tercer año, la tasa en dólares también será flotante.
Por último, los que opten por financiarse con UVA deberán pagar una tasa de 5% puntos por sobre la variación de esa unidad indexada.
Dentro de la línea Pellegrini se contemplarán casos específicos, como hasta 5 años de gracia de acuerdo a la actividad de la empresa (por ejemplo, la producción de nueces que necesita un tiempo de espera largo) y acceso a empresas grandes en el caso de la financiación de la modernización de colectivos de corta y media distancia.
Las línea orientadas a pequeñas empresas suelen ser buenas intenciones que se chocan con la realidad de que las empresas blanco muchas veces ni siquiera se atreven a acercarse al banco, por no contar con una contabilidad acorde a las necesidades burocráticas del banco o porque parte de su actividad está en negro. Para esto, el BNA aspira a poder otorgar montos bajos en base a scoring estimación de riesgo en lugar de un análisis de balances, como se hace tradicionalmente. La esperanza es que esto aumente el universo de empresas que serían sujeto de crédito.
Tras un comienzo al frente del banco accidentado por cuestiones de salud, González Fraga busca darle impulso a su gestión. De hecho, confesó que acaba de terminar de leer “El Arte de Ganar” de Jaime Durán Barba, para ponerse al tanto de la filosofía electoral que en el Gobierno es dogma de fe.
Ahorro en metros cuadrados
El BNA también planea abrir cuentas de ahorro ajustadas por UVI (unidad de vivienda), una unidad indexada alternativa a la UVA que creó el BCRA y que surgió de una Ley impulsada por Julio Cobos. La idea es que la cuenta se pueda abrir a nombre de cualquier persona, sin importar su edad, para que los padres puedan “ahorrar en metros cuadrados” para sus hijos.