El Bundesbank, el banco central de Alemania, ha asegurado que será imprescindible ampliar el plazo de actividad de los trabajadores ante el envejecimiento de la población germana. A juicio de la autoridad monetaria, será necesaria llevarla hasta los 69 años para 2060. En el informe mensual del Bundesbak, recogido por Bloomberg, asegura que elevar la edad legal de jubilación contribuiría a aliviar la presión sobre las arcas públicas germanas y garantizar la viabilidad del sistema público de pensiones.
La reforma de las pensiones en Alemania prevé el incremento gradual de la edad legal de jubilación desde los 65 hasta los 67 años para 2030, así como un incremento de la contribución por parte de los ciudadanos hasta el 22%.
No obstante, el banco central alemán, Bundesbank, sugiere abrir el debate en torno a la posibilidad de elevar hasta los 69 años para 2060, así como incrementar la contribución de los trabajadores al 24% de sus ingresos brutos ante el aumento en la expectativa de vida y la caída de la natalidad en el país.
“La confianza en las pensiones podría reforzarse y la incertidumbre sobre la estabilidad financiera podría reducirse si los parámetros de la edad de jubilación, niveles de provisiones y tasas de contribución se ajustasen a largo plazo”, indica el organismo monetario.
Y esto sucede en un marco de mejores previsiones económicas: el Bundesbank confía en que Alemania, gracias al consumo privado, crecerá con fuerza este año, pese a la ligera ralentización del 2do. trimestre.
En opinión de la autoridad monetaria, que el PIB haya crecido en el 2do. trimestre sólo 0,4% tras avanzar 0,7% en el 1er. trimestre no es motivo de alarma, porque hay solidez en las cuentas fundamentales. La mayor economía europea “podría crecer también en verano en sintonía con la realmente fuerte tendencia económica de fondo”, según el documento.
El Bundesbank considera que el consumo privado seguirá siendo el principal acicate al crecimiento, ayudada por el sector exterior -tradicionalmente potente- que repuntará de forma “sólida”.
La entidad también apunta que las cuentas públicas alemanas podrán seguir disfrutando de la situación del mercado laboral, en máximos históricos de población empleada, y avanzando a sus mínimos de desempleo.
El Bundesbank estima que la administración federal alemana volverá a registrar un ligero superávit fiscal en este ejercicio, aunque menor que el del año pasado, acompañada de una reducción de la deuda total.
A juicio de la autoridad monetaria, esta situación fiscal podría aprovecharse para reducir los tributos que realizan empleados y empleadores, un dinero que podría destinarse a otros fines y animar la economía.
Con respecto a la decisión británica de abandonar la UE, el Bundesbank cree que a corto plazo apenas se dejará sentir en la evolución económica de Alemania.