Con esas palabras, el concejal del PRO Hernán Alcolea se refirió al funcionamiento del Centro de Monitoreo de Cámaras de Seguridad. En el aire de la 99,9, aseguró que “hay 60 cámaras colocadas para más de 700.000 marplatenses”.
El tema de las cámaras de seguridad en Mar del Plata sigue sin resolverse. A pesar de que se han instalado algunas, el descontrol que reina en la oficina de monitoreos hace que el sistema sea muy poco efectivo. Si a eso se agrega la negativa a concretar proyectos que ordenen la cuestión, está claro que hay problemas.
El concejal del PRO Hernán Alcolea habló esta mañana con la 99.9 y comentó que los que se conversó ayer en el Consejo Deliberante “es un proyecto de mi autoría. Indica que para los bancos, las bailantas y los shoppings es obligatoria la colocación de cámaras. Pero cada doce cámaras se deben pagar aproximadamente cinco sueldos municipales. Entonces, lo que César Ventimiglia proponía es que ese costo sea solventado por los beneficiarios y no por los comercios. En otra parte del proyecto, se dice que los vecinos que quieran tener una cámara en su barrio podrían comprar la cámara y comprometerse a realizar ese pago; pero aún hay que organizarlo”.
El edil aclaró que “para los barrios donde los vecinos no tengan un buen poder adquisitivo, se habla de una sobretasa con la idea de mantener el sistema. Tengo mis dudas, porque ya se está pagando una contribución por seguridad y se tendría que dirigir a ese fin. Distinto es el tema de los bancos, bailantas y demás; ellos están pagando un servicio privado y la propuesta es pasarlo a la Municipalidad”.
A todo esto, en medio del desorden, el Centro de Monitoreo está funcionando, aunque no se sabe qué controlan: “son pocas cámaras, hay 60 para 700.000 habitantes; es más testimonial que real. Según Ventimiglia, se están encontrando algunas cuestiones en las imágenes”, afirmó. El caso testigo siempre es el Municipio de Tigre: “ahí se está inaugurando un centro de monitoreo con 300 operarios. La cámara reemplaza al antiguo policía de la esquina y es mucho más económica, porque cada empleado puede mirar entre 12 y 20 lugares a la vez. También tiene sus limitaciones, porque cada operario tiene 45 minutos de trabajo y 15 de descanso; de no ser así, mira pero no ve. Esto genera un movimiento de personal muy importante”.
Entre de los problemas para la aplicación del sistema, destacó que “la cámara no es cara. Un domo de 180 grados de giro tiene un costo de 1.500 dólares. No es ése el gasto más importante; sí el que llega después, para mantener a los operarios. Cada cierta cantidad de observadores tiene que haber un abogado que actúe en consecuencia ante los hechos que se puedan registrar”.
Anteriormente, Alcolea ya había intentado legislar y regular las imágenes que recogen desde las cámaras: “hay una ordenanza que el oficialismo no aprueba, que es el Protocolo de las Imágenes. Allí se indica cuáles son las responsabilidades y obligaciones de quien está mirando. También arma un tribunal formado por alguien de la Defensoría del Pueblo, un representante del Tribunal de Faltas y uno del Ejecutivo, para decidir qué se hace con las imágenes. Ventimiglia no le hizo ninguna corrección al proyecto, pero el oficialismo no lo aprueba”.
La importancia de este Protocolo es fundamental, según el pensamiento del concejal: “es una práctica habitual de la ley en cualquier lugar donde haya cámaras. El Municipio de Gral. Pueyrredón no tiene ese trabajo con las imágenes. Así, se pueden hacer persecuciones de tipo políticas, religiosas o privadas, porque no está legislado”.
Además, el edil se quejó de los obstáculos burocráticos que impone el partido de Gustavo Pulti: “el expediente está colgado en Obras. Cuando uno presenta un proyecto, de las doce comisiones que hay, me hacen girar por lo menos con diez; hay que hacer lobby con todos los concejales para que aprueben algo. Después terminan pasando a Comunicación y el Intendente dice ‘bueno, gracias’, y listo. Acción Marplatense tiene 13 concejales más los 3 afines del FpV, suma 16; más el bloque radical que está sin rumbo. Por eso el partido oficial tiene vía libre para hacer lo que se le ocurra”.