Así lo afirmó esta mañana en la 99.9 el economista Aldo Pignanelli, analizando las nuevas políticas cambiarias que anunció el Gobierno en las últimas horas. “No hay que hacer un ajuste sangriento, hay que tomar medidas de estabilización, dar un mensaje para que la gente vuelva a creer en el peso”, aseguró.
Las medidas que tomó el Gobierno sobre el dólar y los porcentajes de retención, no son más que de una ventana de apertura al cepo cambiario que no solucionará las cuestiones de fondo. Así lo indicó esta mañana en la 99.9 el economista Aldo Pignanelli, analizando el futuro inmediato de la economía nacional.
Incluso, en la mañana de hoy el Gobierno anunció nuevas determinaciones. Refiriéndose a los últimos anuncios, el economista explicó que “se le agrega al límite que se anunció el viernes, que era solo personas físicas y previa autorización de la AFIP, un límite en los ingresos que es no menos de 7.200 pesos. Es decir que pobres, abstenerse”, puntualizó, en relación a las condiciones para comprar dólares. Luego, agregó: “el cepo continúa, lo que se ha creado es una nueva ventanita para acceder a este mercado”.
Las indecisiones son constantes. Desde Economía deben retractarse constantemente de sus propios dichos, como ha sucedido con el porcentaje de retenciones: “Kicilliof dijo, el viernes a la mañana, que se bajaba todo al 20%, y por la tarde dijo que para los que viajan permanece en 35%. Ahora cambió, diciendo que si usted deja depositados los dólares durante un año en el banco, no le cobran el 20%”.
Sin embargo, la confianza hoy no está puesta precisamente en los bancos, y mucho menos para depositar dólares. Pignanelli explicó que “eso es precisamente lo que no entendió el Gobierno. Se debe dar crédito, que es tener credibilidad, pero evidentemente no estudiaron esa parte”.
El ex director del Banco Central sabe que con muy poco se puede empezar a acomodar el escenario: “lo que se anunció hoy, es nada. El mercado funcionará en base a lo que haga el Central. Argentina tiene aún muchísimas posibilidades de salida de esta situación. Que lástima que no se den cuenta por dónde pasa el tren; no hay que hacer un ajuste sangriento, hay que tomar medidas de estabilización, dar un mensaje para que la gente vuelva a creer en el peso”.
Esa desconfianza se genera por una amplia expectativa respecto de la devaluación de la moneda. En ese sentido, Pignanelli justificó el aumento del dólar: “lo que hace el Banco Central es llevar el dólar a 8 pesos para bajar la expectativa de la devaluación futura, ponerla en 20% en un año y subir la tasa de interés al 25%. Si no, al peso le estás dando una gomera para enfrentar a otro que tiene un misil en la mano, que es el dólar. En definitiva, los laburantes vivimos del peso y no del dólar. Si el Gobierno deteriora el peso, nos están estafando a todos los trabajando”.
Por otro lado, fue muy concreto al referirse a otro de los problemas que aqueja a la economía nacional: el crecimiento del empleo público. “El Estado interviene, pero mal. Ha crecido enormemente y es un problema. En la era K, los empleados públicos pasaron de 2.300.000 a 3.800.000, estamos pagando ese costo de muchos empleados públicos pero sin resultados”, destacó.
Los planteos son claros, y muchos economistas coinciden con la opinión de Pignanelli. Aún hay mucho cosas por cambiar, por eso advirtió que se deben priorizar algunas cuestiones: “este gobierno tiene desequilibrios económicos y a la vez está aliado a los grandes grupos, vamos a hablar claro”.