El Congreso holandés prohíbe el uso de burka en espacios públicos

Tampoco podrán cascos o prendas que cubran la cara en el transporte, escuelas y hospitales.
burka-en-espacios-publicosEl Congreso holandés prohibió la noche del martes el uso del burka en espacios públicos como el transporte, escuelas, hospitales y edificios gubernamentales. Aprobada por 132 votos a favor, de los 150 que componen la Cámara, la nueva ley también veta de hecho el niqab (velo que deja solo los ojos libres), además de los cascos y otras prendas que cubran la cara, como los pasamontañas. El año pasado, el Gobierno ya aprobó un plan para impedir el velo integral, pero no llegó al Parlamento. Como entonces, el Gobierno aduce ahora “razones de seguridad nacional y la necesidad de ver el rostro para poder comunicarse con un interlocutor”. Contravenirla puede acarrear una multa de hasta 410 euros. El texto será remitido en breve al Senado.
Francia ya ha prohibido el velo completo en público. La ley holandesa, por su parte, ha precisado varios retoques. En 2012, el Ejecutivo, liderado por el actual primero ministro liberal, Mark Rutte, presentó un primer borrador que fue tumbado por los diputados. Tras los cambios incluidos en 2015, el redactado final permite el uso de cascos de seguridad en el trabajo, y de máscaras en fiestas o encuentros culturales. El rechazo del burka ha contado con el apoyo entusiasta del Partido por la Libertad, del líder xenófobo, Geert Wilders. El político encabeza en estos momentos los sondeos de opinión, y según el último, publicado el 27 de noviembre, de celebrarse ahora las elecciones (serán en marzo de 2017) obtendría 33 escaños. Quedaría a un voto de liberales de derecha y socialdemócratas juntos, la actual coalición en el poder. El mismo estudio les adjudica 25 y 9 asientos, respectivamente.
En contra de la nueva norma se han manifestado los liberales de izquierda, ecologistas y Denk (Piensa), un nuevo grupo fundado por dos exdiputados socialdemócratas de origen turco. Tunahan Kuzu, uno de ellos, ha señalado que la libertad de expresión debe alcanzar “la forma de vestir de la gente”. “Excluir a estas mujeres con burka supone aislarlas por la supuesta ansiedad que causan al resto de la población”, ha añadido. En 2015, el Consejo holandés de Estado apuntó que “los inconvenientes causados por el burka se resuelven sin necesidad de dictar nuevas leyes”. Denk también cree que el primer ministro Rutte trata de contener a Wilders en las urnas con este tipo de medidas.