El licenciado en Relaciones Internacionales, Santiago Pérez, contó esta mañana en la 99.9, desde Brasil, cómo se vive una nueva semana donde parece que los conflictos que generaron numerosas movilizaciones empiezan a encontrar soluciones. “El mundillo político estaba entendiendo la demanda y avanzando en reformas más profundas”, remarcó.
En Brasil, las aguas parecen estar mucho más calmas que hace unas pocas horas, y eso tiene que ver con las resoluciones que tomó el gobierno de Dilma Roussef ante las masivas protestas que se dieron en distintas ciudades.
El licenciado en Relaciones Internacionales argentino, radicado en Brasil, Santiago Pérez, habló esta mañana en la 99.9 sobre los motivos por los cuales la situación se ha calmado: “la presidenta, desde el inicio del conflicto, ha ido profundizando sus respuestas. Desde el viernes pasado había respondido con cosas vagas y de implementación a largo plazo, que fueron identificadas como ‘insuficientes’. Esto incrementó las protestas y terminó en una nueva aparición de la presidenta con algo más concreto. Ayer en Brasilia, se pudo ver que el mundillo político estaba entendiendo la demanda y avanzando en reformas más profundas”.
Fueron varios conflictos los que se juntaron en esas movilizaciones, pero uno de los más importantes tenía que ver con el boleto de transporte estudiantil: “el asunto del pase libre era una reivindicación de un grupo que tuvo mucho protagonismo en la organización de las manifestaciones. Se ha conseguido un proyecto que indica que los estudiantes universitarios que prueben que asisten a su centro de estudios de manera diaria, accederán al transporte sin pagar”.
Por otra parte, se atacó el tema de la corrupción, que también está golpeando fuerte: “se aprobó de manera unánime otro proyecto que calmará las protestas porque implica que no se van a recortar las facultades del Ministerio Público Federal, que es un órgano muy importante en la investigación de la corrupción; es decir que el congreso leyó bien el reclamo”.
La salud y la educación tampoco estuvieron ausentes en los reclamos de la ciudadanía y obligaron a tomar medidas urgentes: “se logró que el Congreso apruebe que los fondos de petróleo serán aplicados directamente a financiar el sistema educativo, llevando el presupuesto en este aspecto al 10% del PBI. Una parte también irá al sistema de transporte”, detalló Pérez.
La inseguridad también tuvo un espacio fundamental dentro de las protestas; sobre todo en Río de Janeiro, donde la situación es más delicada: “la inseguridad se extendió a todos los sectores sociales. En una favela en la región norte de Río de Janeiro, hubo grupos de narcotraficantes que aprovecharon las movilizaciones para salir de las favelas y asaltar masivamente los barrios”.
A pesar de que en Argentina la situación también es complicada, para el licenciado en Relaciones Internacionales no se pueden comparar ciudades de ambos países: “comparar Río de Janeiro con la Ciudad de Buenos Aires en materia de inseguridad es imposible, porque en Río el problema es infinitamente mayor. Los homicidios se miden cada 100.000 habitantes; en Argentina está en 5 y en Brasil llega a 30. El sistema de pacificación de las favelas redujo la cantidad de homicidios”.
Por último, Pérez brindó un dato escalofriante relacionado con la situación de inseguridad en Brasil: “la gente te cuenta historias que no suceden en Argentina. Acá muere más gente al año por armas de fuego que en el conflicto de Irak. La tendencia es de mejora, pero la situación es delicada”.