El barco italiano Costa Concordia llegó al puerto de Génova, donde será desguazado, tras una operación de rescate que duró dos años.
Su traslado ha sido uno de los más grandes en la historia marítima.
El Costa Concordia encalló en un arrecife frente a la isla italiana de Giglio -en el mar Tirreno, frente a la provincia de Grosseto, en la región de Toscana- en enero de 2012 y zozobró, causando la muerte de 32 personas.
En total, 4.229 personas estaban a bordo cuando ocurrió el desastre del crucero, más grande y más pesado que el Titanic.
El capitán Francesco Schettino ha negado las acusaciones de homicidio múltiple y abandono del barco. Si es condenado, enfrentaría hasta 20 años de prisión.
Génova es la ciudad donde se construyó el Costa Concordia y el punto en que partió en medio de gran fanfarria y celebración hace nueve años. Pero ahora volvió a casa a ser convertido en chatarra, indica el corresponsal de la BBC, Alan Johnston.
Renzi, presente a su llegada
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, viajó a Génova para recibir al Costa Concordia durante la tarde y presenciar el final del complejo proceso de atraque, que duró varias horas. “La operación para recuperar el Concordia no fue fácil”, declaró, “Italia la emprendió. La Italia que, cuando se lo propone, es capaz de hacer cualquier cosa, incluso de sorprendernos”.
Otros barcos que se encontraban en ese momento en el puerto recibieron al Costa Concordia haciendo sonar sus sirenas. “Hoy no es un día de fiesta, porque no hay que olvidar a las 32 personas que murieron en la tragedia del Concordia y a la otra que falleció después, en las labores de reflote”, agregó el primer ministro, “vine a agradecer a quienes hicieron algo que todo el mundo dijo que no era posible”.
Por su parte, el ministro italiano del Medio Ambiente, Gian Luca Galletti, expresó que finalmente llegó el momento de “respirar con alivio”.
Ahora, el desmantelamiento
Antonio Benvenuti, jefe del sindicato de trabajadores portuarios de Génova, dijo a la agencia AP que no había un “calendario preciso” para cada etapa del proceso de desmantelamiento del barco.
Primero se llevarán a cabo pruebas para monitorear potenciales problemas de contaminación, expresó Benvenuti, antes de que empiece la primera etapa de la operación: reducir el peso de la nave para poder levantarla.
Las preocupaciones de que el casco dañado del barco se desintegraría por el esfuerzo del viaje de cuatro días a lo largo de 280 kilómetros, resultaron infundadas.
El Costa Concordia fue reflotado hace nueve días y fue mantenido sobre la superficie mediante gigantescas cámaras de flotación. Más de una decena de embarcaciones ayudaron a remolcar el barco después de que fue sacado de la isla de Giglio el miércoles.
Detrás del barco se colocó una enorme red, con el propósito de atrapar cosas que se pudieran caer del naufragio, como muebles o pertenencias de los pasajeros, según nuestro corresponsal.
Ahora que se encuentra en Génova. Durante los próximos cuatro meses se le retirará el mobiliario que no sea metálico. Comienza así un proceso de desmantelamiento que durará 22 meses y que se desarrollará en dos astilleros genoveses, Voltri y Sampierdarena.
El barco fue enderezado en septiembre del año pasado, pero permaneció parcialmente sumergido y sostenido por seis plataformas de acero.
Los investigadores siguen buscando el cadáver del mayordomo indio Russel Rebello, el único que no ha sido encontrado hasta ahora.
La empresa propietaria del Costa Concordia, Costa Crociere, calcula que la operación para retirar el barco encallado y remolcarlo para su desguace costará en total US$2.000 millones.