El cuartetero que les alquilaba autos a ladrones colombianos y terminó condenado

Era el líder de “Banda Dorada”. Montó una agencia que tomaba coches en alquiler y se los rentaba a asaltantes. Creen que hubo más de 120 víctimas de la estafa. Le dieron 5 años de cárcel.

matias-alejandro-salasLa escena parece de película: Ariel retira un 0km de una concesionaria del Gran Buenos Aires. Lo conduce cien metros y frena en la esquina. Se baja del auto y se lo entrega a Matías Alejandro Salas (33), junto a la cédula verde y las llaves. Es el tercer coche que le entrega en dos meses, y el arreglo es el mismo: cada mes le pagará el total de su valor dividido 15. Se conocieron en la oficina de “Gallery”, una agencia de alquiler de autos de Pilar a la que Ariel llegó por un aviso en un diario. Cada contrato se firmó en una escribanía. Eso le genera confianza.
Lo que Ariel no sabe, aunque más tarde se enteraría y terminaría declarando todo en un juicio, es que desde esa misma noche una banda de ladrones colombianos usaría su auto, su flamante 0km, para robar en departamentos y casas de la ciudad. Y que a esa agencia se referiría meses después el ex secretario de Seguridad Sergio Berni: “…Sabemos que alquilan los autos en una agencia de Pilar”, dijo sobre los medios de las bandas de colombianos para moverse en la ciudad de Buenos Aires.
Todo ocurrió en 2011, pero en distintas audiencias del mes de octubre Ariel y tres damnificados más declararon todo ante el Tribunal en lo Criminal N°6 de San Isidro que, el pasado jueves, condenó al cantante cuartetero Matías Salas a cinco años de prisión por cuatro estafas. La fiscal había pedido 10 años.
Salas está preso en el Complejo 1 de Ezeiza desde 2013, pero por otra causa: después de cumplir una pena por clonación de tarjetas de crédito, está retenido por el Tribunal Oral 10 porteño. Lo acusan de formar parte de una banda que desvalijó más de veinte departamentos de Caballito, Palermo y Recoleta. Los señalados de forzar puertas e ingresar son de nacionalidad colombiana. Matías, argentino, junto a Juan Carlos, su padre, están acusados de recibir autos de prestadores de buena fe y alquilárselos a ladrones colombianos. Una costumbre que se repite en otras ciudades del mundo.
Esta investigación llegó a juicio gracias a la denuncia penal de Miguel Ángel García (62), quien trabajó de chofer de larga distancia hasta jubilarse. En 2012 decidió entregar su camioneta Partner en “Gallery”. Al igual que Ariel, había llegado a la agencia por un aviso en el diario. Como costaba 63 mil pesos, recibiría 4.200 mensuales. Los primeros dos meses cobró en mano, del mismo modo que casi todas las víctimas de Salas.
“El día del contrato me acompañó un amigo, que también terminaría entregando su auto. Sus dos hijos se sumarían a las semanas, con uno cada uno. Pero en el tercer mes nos dejó de atender el teléfono. Las veces que fui a reclamar a la agencia me encontré con varias personas en mi situación. Recuerdo a un abuelo llorando porque había comprado una camioneta con los ahorros de su vida para vivir de la renta y nunca la recuperó ni cobró los alquileres”, le cuenta a Clarín.
Su abogado agrega que estima un total de 120 damnificados, y que la gran mayoría no denunció por miedo, al enterarse que sus autos eran conducidos por ladrones colombianos. “Hoy me siento tranquilo porque Salas no va a estafar a nadie más por unos años”, retoma García. “Pero mi camioneta sigue sin aparecer y sigo sin movilidad”, se queja.
Cuatro meses después de haber firmado el contrato, a García lo llamaron de una comisaría de Zárate para presentarse a retirar su camioneta. La habían secuestrado. Llamó a su abogado y fueron juntos. Pero la ilusión de recuperarla se esfumó. “Me dijeron que el conductor había presentado un contrato de compraventa y lo dejaron ir”, sostiene.
Durante las audiencias, los damnificados contaron que lo primero que comenzó a llamarles la atención fue la cantidad de multas que llegaban a sus casas. Casi todas eran por exceso de velocidad. Hasta allí no imaginaban que esas infracciones se debían a que sus autos eran usados para delinquir y escapar de la Policía.
JOV, que entregó un Siena en abril de 2011, la pasó peor: no recibió multas pero sí un allanamiento en su casa, a los 10 días de dejar su auto. En Tribunales, donde presentó el contrato de alquiler, le explicaron que un testigo había alcanzado a tomar la patente de su coche durante un robo en la zona de Costanera bajo la modalidad “pincha ruedas”, típica de los colombianos. JOV llamó a Salas para preguntarle a quiénes les había rentado su Siena, y nunca le respondió. Aun hoy no recuperó el Siena.
Matías Salas había sido detenido a la salida de un country de Pilar. Vivía a tres casas del intendente. Durante su declaración contó que su padre tiene agencias de Renta Car desde los ‘90. Y aseguró que llegó a tener “hasta 78 autos” a su cargo. “Yo no podía comprobar si el que me alquilaba los autos era ladrón o un político”, se excusó. Y se defendió aclarando que había dejado la agencia en manos de un socio para dedicarse a la música. Que no atendía el teléfono por eso, porque estaba de gira con “Banda Dorada”, una agrupación de cuarteto.
En Internet figuran videos en los que Salas canta en distintos escenarios del país. En todos, los comentarios no tienen que ver con su voz, o el ritmo de sus músicos. Son de víctimas de sus estafas.