Este miércoles, además de liberar al contratista estadounidense Alan Gross -quien captó el mayor interés mediático- Cuba también entregó a Estados Unidos a un misterioso espía que Washington consideraba un preso de alto nivel.
Aunque todavía no ha sido identificado oficialmente, diversos medios aseguran que se trata de Rolando Sarraf Trujillo, un cubano que fue detenido por espiar para la inteligencia de Estados Unidos, preso desde hace 20 años en la isla.
Se le ha vinculado con importantes operaciones de inteligencia como infiltrar una organización llamada la “Red Avispa” y se cree que tuvo un papel clave al destapar a funcionarios estadounidenses que espiaban para Cuba.
El gobierno del presidente Barak Obama declinó emitir opinión sobre el misterioso espía cubano, y su salida de la cárcel sólo se pudo conocer por un breve comunicado emitido por la oficina del Director Nacional de Inteligencia de EE.UU., James Clapper, consejero principal de la Casa Blanca en materia de inteligencia y seguridad nacional.
En el comunicado le agradecen sus servicios y su “apoyo en momentos críticos”. En el texto también se lee que “sus sacrificios sólo han sido conocidos por pocos”.
“Informaciones suministradas por esta persona fueron fundamentales en la identificación e interrupción de varias operaciones de inteligencia cubana en Estados Unidos, que condujeron a una serie de exitosos procesos federales por espionaje”.
De acuerdo con funcionarios estadounidenses, la información suministrada por el espía permitió descubrir y condenar a la analista Ana Belén Montes, quien trabajaba en la Agencia de Inteligencia de la Defensa.
Montes espió para Cuba durante 17 años desde su puesto en dicha agencia estadounidense, filtrando mensajes secretos sobre sus colegas.
La información obtenida por el espía cubano también abrió el camino para formular cargos contra Walter Kendall, antiguo oficial del Departamento de Estado, por conspiración para cometer espionaje y fraude electrónico.
La investigación también alcanzó a la esposa de Kendall, Gwendolyn Myers, quien fue encarcelada por conspiración para reunir y transmitir información sobre temas de defensa nacional.
La Red Avispa
Gracias a la información del espía, las autoridades estadounidenses intervinieron la Red Avispa en el 2001, una organización compuesta por agentes cubanos que operaba desde Florida, y que fuera acusada por las autoridades estadounidenses de realizar actividades criminales.
En total, cinco miembros de la Red Avispa fueron encontrados culpables por conspiración, y por no informar a las autoridades estadounidenses que se encontraban en el país como agentes extranjeros.
El gobierno cubano dijo que el grupo no representaba una amenaza para la seguridad de Estados Unidos, por cuanto sus actividades solo se concentraban en vigilar a los anti-comunistas exiliados en Florida, con el objetivo de prevenir ataques a Cuba.
Estos individuos fueron tomados por La Habana como un símbolo de las agresiones de Estados Unidos, y fueron conocidos como “los cinco de Cuba”.
“A la luz de su sacrificio en nombre de los Estados Unidos, el que se haya concretado su liberación después de 20 años de prisión –en un intercambio por tres de los espías cubanos que él mismo ayudó a poner tras las rejas- es un cierre apropiado para este capítulo de la Guerra Fría en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”, expresa el comunicado.