El desprendimiento de un glaciar provoca diez muertos y 140 desaparecidos en dos presas del Himalaya indio

La riada ha arrasado dos centrales hidroeléctricas en construcción y se teme por la vida de sus obreros.

El desprendimiento de un glaciar del Himalaya indio ha provocado esta mañana una estruendosa riada y al menos diez muertos y ciento cuarenta desaparecidos, río abajo. La catástrofe se ha originado al pie del Nanda Devi, la segunda montaña más alta de India. El torrente de agua y lodo ha recorrido los desfiladeros del río Rishiganga, en el distrito de Chamoli -estado de Uttarakhand- arrasando algunas casas a su paso y reventando dos presas en construcción.

Se teme por la vida de entre cien y ciento cincuenta obreros de dichas presas, con los que la empresa no ha conseguido contactar. Cincuenta de ellos estaban en un túnel que habría quedado anegado. De momento, las labores de rescate han conseguido recuperar apenas tres cadáveres. 

El rayo de esperanza, a última hora de la tarde, era el salvamento de doce de los peones que habían quedado atrapados en otro de los túneles y que salían de uno en uno, entusiasmados y con los brazos en alto, como si realmente el afluente del Ganges les hubiera perdonado la vida.

En la falda del Nanda Devi hay siete glaciares, que están sufriendo por el aumento global de las temperaturas. Dos días antes de la riada ya se registró un alud en la zona. Junto a la Policía de la Fronter Indo-Tibetana que patrulla la zona, India ha mandado helicópteros del ejército.

Los proyectos hidroeléctricos afectados son apenas dos de los trece actualmente en construcción en la cuenca del Ganges. Otros tantos han sido ya adjudicados y hay docenas más en fase de estudio. La riada de hoy ha obligado a poner en alerta a la población que vive al borde de otros afluyentes del Ganges, como el Dhaulaganga y el Alaknanda, incluidas las localidades de peregrinación y turismo de Rishikesh y Haridwar.