Gustavo Brambati, referente del CESVI, explicó en la 99.9 que han realizado trabajos para constatar los efectos del alcohol en quienes conducen: “genera distorsiones en la precisión de maniobra y los conductores no sólo se equivocan, sino que se altera y mucho el tipo de reacción”, resaltó.El caso García Aliverti dejó en evidencia una vez más las graves consecuencias que puede tener una persona alcoholizada manejando.
El CESVI cuenta con estudios y estadísticas al respecto, y Gustavo Brambati, integrante de ese organismo, destacó en la 99.9 que como en el alcohol, es importante controlar el uso de estupefacientes: “Hay una dificultad para controlar el consumo de drogas. Hay un método sencillo para controlar el alcohol, pero no pasa lo mismo con el tema de las drogas. Si bien hay tests para detectar algunas drogas, no se sabe qué graduación tiene, tampoco discrimina las drogas medicamentosas de las que son para alterar el estado”, señaló.
En cuanto al accidente del hijo del reconocido locutor, agregó que “es muy alto el nivel que le encontraron. Nosotros hicimos pruebas de consumo de alcohol en 300 personas. Se armaba una barra de bebidas y se convocaba un grupo de conductores. Ellos hacían una prueba sobrios y después tomaban alcohol, pero a medida que iban subiendo la graduación, se iban realizando las mismas pruebas. El efecto es muy negativo, aún cuando lo hicimos por debajo del límite legal que es 0,5 y genera distorsiones en la precisión de maniobra y los conductores no sólo se equivocan, sino que hacían la prueba con mayor lentitud. También se alteraba y mucho el tipo de reacción”.
Por otro lado, dejó en claro que “los límites que se establecen están más relacionados a un tema social que a la incidencia sobre la conducción”.
Este es un tema que también deben tener en cuenta las compañías que venden alcohol, sobre todo en los boliches nocturnos. Brambati destacó que “algunas firmas están empezando a tomar un rol más responsable en ese sentido. El alcohol está muy instalado. Para otro tipo de actividades puede ser que no genere problemas, pero para conducir genera muchos problemas no sólo para él sino para los demás”.
La hora de cierre de los lugares los boliches es un momento crítico para los accidentes: “el alcohol participa y mucho en determinados lugares y horarios. Había accidentes en forma reiterada a la salida de los boliches a la vera de la Ruta 5, un caso increíble porque lo primero que haría el conductor era salir a la ruta alcoholizado. Creo que no es complejo controlarlo, es un problema muy puntual y concreto donde las autoridades deberían estar más activas”, subrayó el integrante del CESVI.
A los problemas que puede traer el alcohol al volante, se suman los estados deplorables de algunas rutas como la Autovía 2. El especialista apuntó: “una de las manos de la Ruta 2 fue hecha a nuevo y la otra sobre la anterior. El criterio de construcción no eran el mismo en la anterior, como las curvaturas de los giros, los autos tenían otras velocidades y demás. Tienen curvas muy cerradas y hay veces en que se cree que cuando hay una señal de máxima 80, la gente lo va a respetar, pero en general no se baja la velocidad y esto es un problema. Hay que rectificar la curvatura y los peraltes para dar mayor seguridad”.
Si bien no es la primera vez que se habla de esto, no han surgido medidas concretas para disminuir, si no los accidentes, al menos la cantidad de ellos que resultan fatales. “Es un problema que se está llevando muchas vidas. Nosotros hicimos un trabajo hace un mes marcando la cantidad de curvas que tiene, y es sorprendente la cantidad que hay. Algunas no están resguardadas, incluso, no se ha mejorado mucho en materia de seguridad, son conceptos bastante antiguos”, abundó Brambati.
La conclusión sigue siendo la misma; cuesta creer que a pesar de las tragedias no se tomen actitudes más profundas en estos casos”, concluyó.