El neurofeedback consigue un fortalecimiento de las conexiones neuronales y la comunicación entre las áreas del cerebro según un estudio.
Menos de una hora de entrenamiento cerebral con neurofeedback (neuro-retroalimentación) lleva a un fortalecimiento de las conexiones neuronales y la comunicación entre las áreas del cerebro. Este es el principal hallazgo de un nuevo estudio del Instituto D’Or de Investigación y Educación (IDOR), publicado en la revista «Neuroimage». Según los autores, esta investigación puede allanar el camino para la optimización y el desarrollo de enfoques terapéuticos frente al derrame cerebral y el Parkinson, por ejemplo.
«Sabíamos que el cerebro tiene una capacidad asombrosa para adaptarse, pero no estábamos seguros de poder observar estos cambios tan rápidamente. Comprender cómo podemos impactar en el cableado cerebral y el funcionamiento es la clave para tratar los trastornos neurológicos», señala Theo Marins, científico biomédico de IDOR y doctor responsable del estudio.
El entrenamiento con neurofeedback se ha considerado una forma prometedora de regular las áreas cerebrales disfuncionales asociadas con trastornos, como el dolor crónico y la depresión, por ejemplo. Con esta técnica, el equipo de resonancia magnética ayuda a las personas a tener acceso a su propia actividad cerebral en tiempo real y ganar rápidamente contro sobre ella.
Treinta y seis sujetos sanos participaron en el estudio en el que el objetivo era aumentar la actividad de las regiones del cerebro involucradas en los movimientos de las manos. Sin embargo, en lugar de mover realmente la mano, se pidió a los participantes que solo imaginaran el movimiento, en reposo total. Diecinueve de ellos recibieron el entrenamiento cerebral real y los diecisiete restantes fueron entrenados con placebo neurofeedback, para poder compararlos. Inmediatamente antes y después del entrenamiento cerebral, que duró alrededor de 30 minutos, se escanearon sus redes neuronales para investigar el impacto del neurofeedback (o placebo) en el cableado y la comunicación del cerebro, también conocido como conectividad estructural y funcional, respectivamente.
Los resultados muestran que el cuerpo calloso, el gran puente cerebral que conecta los hemisferios derecho e izquierdo, mostró una mayor integridad, y la red neuronal que controla los movimientos del cuerpo se fortaleció. Parece que todo el sistema se volvió más robusto. Del mismo modo, el entrenamiento también tuvo un impacto positivo en la red neuronal por defecto (cuando el cerebro está en «piloto automático»), una red del cerebro que se ve perjudicada después de un ictus, Parkinson y depresión, por ejemplo. Estos cambios no se observaron en el grupo control.
«Demostramos que el neurofeedback puede considerarse una herramienta poderosa para inducir cambios cerebrales a una velocidad récord. Ahora, nuestro objetivo es desarrollar nuevos estudios para probar si los pacientes con trastornos neurológicos también pueden beneficiarse de ella», concluye Fernanda Tovar Moll, presidenta de IDOR y líder del estudio.