Anima a los yihadistas a “llenar de sangre de los infieles” a occidente, con especial atención a los objetivos judíos.
“En la práctica, la efectividad de atacar a cristianos y judíos en las calles de Europa y América Cruzada no se le oculta a nadie, y los discursos y escritos del Estado Islámico han nominado esta oportunidad en repetidas ocasiones (…) quien no vino a luchar contra los judíos dentro de Palestina debería luchar contra ellos y sus aliados fuera de Palestina”.
La banda yihadista lanza este mensaje en su semanario aparecido anoche, en el que alaba el reciente atentado cometido por uno de sus terroristas en Alemania. La portada del panfleto está ilustrada con la imagen del degollamiento de un vigilante de prisiones durante un motín protagonizado por yihadistas en la prisión rusa de Volgogrado.
“La yihad es la medicina para este dolor (el que supuestamente sufren los musulmanes a manos de occidente) y el camino de su orgullo, y como toda medicina, debe ir acompañada de “efectos secundarios””, señalan.
“Si la persona sensata medita, se da cuenta de que la cuenta de la yihad y sus consecuencias es mucho menor que la cuenta de sentarse, pero que los partidos y movimientos que negaron a los yihadistas la satisfacción de la yihad y el arbitraje de los chiítas, hoy la pagaron exponencialmente, ¡pero solo con la yihad y el soborno! ¿Quién gana y quién es el bozal?”, se preguntan.
Recuerdan que, tras el atentado, las autoridades alemanas les han prohibido la posesión de armas blancas de seis centímetros”. A este respecto, anuncian que “no hay ninguna fuerza de soborno en la realidad y la certeza de la tierra capaz de impedir que el musulmán practique la obligación de la yihad y aterrorice a los infieles”.
Animan a que “los hijos del Islam repitan sus acciones, las profundicen y vayan contra los judíos y sus sinagogas, barrios y bares matando y quemando para curar los pechos de mis fieles. En conclusión, incitación e inspiración, llamamos la atención de los jóvenes musulmanes sobre que los asesinatos más aterradores y prolongados de la historia de Europa y América, que agotaron a las agencias de investigación cruzadas, fueron sus herramientas de cuchillo o martillo”. “En Europa y América, sé tú, oh mujahid (soldado de Alá), el “hombre del martillo” que mata a su presa y les destroza el cráneo sin dejar rastro alguno de ella, no por preocupación por la vida, sino para que pueda repetir el proceso una y otra vez hasta que sea irrigado por su sangre, sé tú ese héroe que disfruta de la ligereza al cortar las venas de su presa con su cuchillo y habitar tranquilamente su movimiento para siempre”.