El ingeniero Fabián Oyarbide, titular de REDIMEC, desmontó en la 99.9 las versiones que circulan sobre el estado y la utilidad de los F-16 adquiridos por el país. Destacó que es “una plataforma vigente, muy equipada y sostenible”, comparó su mantenimiento con el de otros modelos y aseguró que los A-5 pueden recuperarse. “El día que se cobren impuestos por hablar sin fundamento, el Estado va a recaudar muchísimo”, ironizó.
El ingeniero Fabián Oyarbide, titular de REDIMEC, dialogó con la 99.9 para analizar técnicamente la llegada de los F-16 a la Fuerza Aérea Argentina y para desmentir, con fundamentos, muchos de los argumentos que circulan en redes sociales sobre el estado y la capacidad de estas aeronaves. “El día que se empiecen a cobrar impuestos por hablar cosas sin fundamento, el Estado va a recaudar muchísimo”, ironizó al comenzar su explicación.
Sobre la crítica más habitual —que se trataría de aviones viejos o caducos— fue categórico: “La verdad es que son todas gracias los aviones. Lo mismo pasa con la aviación comercial: en realidad pocos envejecen, la mayoría se van desactualizando”. En ese contexto, remarcó que el F-16 es “una plataforma por demás vigente” y que basta observar cuántas unidades están activas en el mundo para comprender su sostenibilidad. Incluso mencionó un caso límite: “Venezuela, a pesar de estar bloqueada, tiene F-16 en vuelo”.
El especialista diferenció entre un avión que simplemente puede volar y uno que conserva capacidad operativa: “Para nuestro país lo más importante es tener una capacidad disuasiva. Para mí, sin ningún tipo de cuestión política, es una compra excelente de una aeronave muy equipada, que genera un desbalance en la región por los sistemas que tiene”. Aunque reconoció que el diseño original es antiguo, remarcó que incorpora mejoras acumuladas durante décadas: “Es un diseño viejo, sí, pero con cantidad de mejoras, y estas aeronaves las tienen incorporadas. Es un lujo para Argentina tener un sistema con estas características”.
Consultado sobre la posibilidad de recuperar los A-5, Oyarbide fue igualmente claro: “Tengo la plena certeza de que sí. Hay operadores privados como Top Aces o Draken que los usan como entrenadores o aggressors para fuerzas aéreas como Estados Unidos, Alemania o Canadá. ¿Por qué? Porque es una plataforma eficiente en costos”. Explicó que la Fuerza Aérea Argentina viene realizando inspecciones y que, con la planificación adecuada, “es un sistema vigente y un paso intermedio interesante hacia los F-16”.
También detalló que REDIMEC trabaja como proveedor de estas compañías internacionales: “Hacemos algunos servicios y sé que es una aeronave que presta la utilidad que esta gente le da. Lleva inspecciones, hay manuales. Por eso cuando uno compara lo que hubiera sido incorporar un avión chino, el sistema de mantenimiento chino acá es casi una incógnita. En cambio, el sistema americano es muy conocido y hay muchos repuestos”.
El ingeniero puso el ejemplo de la aviación comercial para ilustrar cómo operan estos ciclos: “Los 747 prácticamente dejaron de usarse en líneas aéreas, salvo casos como KLM, y muchos se reciclaron como cargueros y siguen volando plenamente”. En todos los casos —afirmó— lo relevante es la ecuación económica y la eficiencia: “El avión puede ser vigente, pero uno tiene que ver cuánto cuesta volarlo. A veces aeronaves más pequeñas o con menos motores generan mejores costos”.