El Fondo aclaró que no pedirá un tipo de cambio específico y respaldó el régimen de flotación; el viernes trata el caso argentino.
En medio de las negociaciones por un nuevo programa de financiamiento con la Argentina, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aclaró que respalda la flotación del valor del dólar frente al peso y que no exigirá “un nivel particular del tipo de cambio” entre las condiciones para otorgar un nuevo crédito al país. Al mismo tiempo, especificó que el directorio del organismo discutirá por primera vez el estado de las tratativas con el gobierno de Mauricio Macri este viernes, en busca de avanzar hacia un “rápido acuerdo”.
“La Argentina tiene un tipo de cambio flotante, determinado por el mercado, y lo apoyamos plenamente. Las autoridades están comprometidas con este régimen de divisas como un punto clave del marco de metas de inflación”, dijo un vocero del organismo.
“El FMI no ataría condicionalidad a ningún nivel particular de tipo de cambio como parte de un programa, y el FMI no ha discutido ningún objetivo específico para el tipo de cambio”, agregó.
La aclaración llegó luego de varios días en los que arreciaron las especulaciones acerca de cuáles podrían ser las exigencias del Fondo para extenderle a la Argentina una línea de crédito a través de un programa stand-by de “alto acceso”. Una de las posibilidades más discutidas fue que los técnicos del FMI presionarían por una mayor depreciación del peso, un ajuste, para muchos, necesario para comenzar a cerrar el déficit de cuenta corriente que tiene el país (del orden del 5% del PBI). Esa especulación tenía una raíz: en el último informe del artículo IV, difundido a fines del año pasado, el staff del Fondo había estimado que el peso estaba sobrevaluado, en términos reales, entre un 10 y un 25%.
Pero varios economistas hicieron hincapié en que ese análisis quedó desactualizado por el cambio en el contexto internacional y nacional -y en el valor de la moneda- de los últimos meses, y que el Fondo no suele demandar valores concretos para las monedas, sino, más bien, metas vinculadas con el programa fiscal y monetario.
“El tipo de cambio debe seguir siendo determinado por las fuerzas del mercado”, apuntó el vocero del organismo.
El programa stand-by de “alto acceso” que busca el Gobierno con el Fondo para paliar el azote del mercado y cortar la corrida cambiaria incluiría, casi con certeza, un objetivo concreto respecto de la inflación y el déficit fiscal, que puede llegar a cambiar la velocidad del “gradualismo” que imprimió el gobierno de Mauricio Macri en el ajuste de las cuentas públicas. Economistas que pasaron por la entidad han señalado, además, la importancia de liberar al Banco Central del financiamiento al Tesoro para brindarle mayor credibilidad a la política monetaria.
En el informe del artículo IV, el FMI había insistido en que “reducir el financiamiento monetario del déficit ayudaría a afianzar la independencia del Banco Central y apuntalar la credibilidad del régimen de metas de inflación”.
Las incógnitas
Además de las condiciones del crédito, las otras grandes incógnitas respecto del futuro acuerdo son la modalidad, es decir, si será “precautorio” o si el Gobierno utilizará ya los fondos disponibles.
La otra fuente de especulaciones es el monto. Al momento solo existen certezas sobre el “piso”: el “acceso normal” de las líneas stand-by le permitiría a la Argentina solicitar el 435% de su cuota, es decir, poco menos de US$20.000 millones. El Gobierno decidió buscar una línea de “alto acceso”, que podría elevar bastante esa cifra.
En el Fondo se preocuparon además por remarcar que el diálogo con las autoridades ha sido “fluido” y va a continuar esta semana en Washington. El vocero principal de la directora gerente, Christine Lagarde, reiteró que el objetivo es llegar a un rápido desenlace de las negociaciones. “El personal del FMI continúa el diálogo con las autoridades argentinas con el fin de lograr un programa respaldado por el Fondo. Nuestro objetivo común es llegar a un rápido acuerdo en estas negociaciones”, dijo Gerry Rice, vocero del Fondo.
El directorio ejecutivo del FMI mantendrá el próximo viernes una “reunión informal”, en la cual recibirá información sobre los avances en las discusiones con el gobierno argentino. La Casa Rosada y la Cancillería han extremado las gestiones en los últimos días para conseguir el respaldo de los gobiernos de los países con mayor peso en el directorio, donde se decidirá si se aprueba o no el nuevo programa con el país.
El jueves pasado, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y Lagarde se reunieron por primera vez en Washington para comenzar las negociaciones.
Christine Lagarde
Directora gerente del FMI
El organismo indicó que “no ataría condicionalidad a ningún nivel particular del tipo de cambio como parte de un programa”, y señaló que “no ha discutido ningún objetivo específico” para el valor del dólar