El francés que se obsesionó con las empanadas argentinas y no paró hasta abrir su local: “Estuve 10 años solo pensando en eso”

Exrugbier, las conoció durante un viaje a Buenos Aires en 2006. Hoy, tiene su local, Boludo Empanadas, en Dijon, en el este de Francia.

Aurelien Brenans es más francés que una croissant o que la torre Eiffel, pero podría ganar cualquier campeonato de atracón de empanadas contra cualquiera que tuviera el coraje de enfrentarlo. “Cuando estoy inspirado, puedo comer diez o doce”, confiesa con una sonrisa pícara que lo delata. Desde hace veinte, minutos está hablando de la comida que se convirtió en su obsesión y de la que tal vez podría seguir hablando lo que queda del día.
Hasta 2006, Brenans jamás había visto una empanada. Exrugbier y nacido en Dijón, Francia, ese año llegó a Buenos Aires para pasar un tiempo aprendiendo español. “Me acuerdo que estaba con una amiga, Paula, que me dijo vamos a comer unas empanadas. Yo no sabía qué eran, pero cuando abrí la caja fue amor. Me dieron tantas ganas de probarlas… Y me encantaron”, cuenta.
Así, con una comida ocasional con una amiga, comenzó el camino que lo llevó a ser dueño hoy de un local de empanadas, Boludo empanadas, en su ciudad natal. “Yo sí puedo hablar de obsesión. Durante diez años estuve pensando cómo venderles empanadas a los franceses. Cuando me levantaba pensaba en empanadas, cuando me iba a dormir también. Y así, durante todo el día”.
Mientras tanto, trabajaba en Marketing para juntar el dinero que le permitiera montar su negocio. En 2012, volvió a la Argentina para terminar de conocer los secretos. Se metió en cocinas de restaurantes, escuchó a señoras que las preparaban en sus casas, practicó mil veces el repulgue.

-¿Por qué Boludo empanadas?

Es la primera palabra que aprendí cuando vine. Y puede ser algo malo, pero también algo bueno, depende de cómo lo digas.

-¿Lograste convencer a los franceses de que comieran empanadas?

No es tan fácil porque es todo nuevo para ellos. Tienen que entender de cero los códigos de qué son, cómo comerlas.

El evangelizador de las empanadas

En Boludo Empanadas, que abrió en 2016, Aurelien hornea y vende 20 variedades, entre las cuales, están las clásicas argentinas, pero también algunas rarezas, como la de “cory gambas”, con langostinos, vegetales, romanesco, coco y curry o las que vienen con sabor a trufa. De jamón y queso, también hay, pero son ligeramente diferentes. “Me falta algo cuando como empanadas de queso en la Argentina. No estoy diciendo que los quesos sean malos, no, no. ¡Pero en Francia son tan buenos! ¡Y hay tantos”, reconoce. Por eso, todas las empanadas con queso en Boludo Empanadas llevan al menos tres variedades diferentes.
Eso sí, los precios son también muy diferentes. En su local de Dijon, la docena cuesta 27 euros. Traducido al cambio de hoy, casi 800 pesos.
Más allá del negocio, Aurelien se convirtió, de alguna manera, en el máximo promotor de las empanadas argentinas en Francia. Casi un evangelizador. Tanto, que su desvelo ahora es conseguir un food truck, tunearlo y viajar por todo el país enseñándoles a los locales los secretos de esta comida que lo enamoró hace doce años.