Los precios que pagan los argentinos por los servicios siguen siendo los más bajos de la región. Por la luz se abona hasta tres veces menos y con el gas la brecha es más amplia.
Las tarifas de gas deberían subir al menos 485% si se supone que la corrección de distorsión de precios implica equiparar los precios locales con los regionales mientras que las de electricidad deberían aumentar 112% en promedio, según se desprende un trabajo de Federico Muñoz y Asociados.
La mayoría de los economistas y ex secretarios de energía coincide en que el retraso que tienen las tarifas y el importante monto que destina el Gobierno para sostenerlas en concepto de subsidios no son sostenibles en el largo plazo y auguran un cambio luego de las elecciones de 2015.
“Una de las políticas más cuestionables que llevó adelante el kirchnerismo fue su tozuda insistencia en mantener deprimidas las tarifas energéticas que enfrentaban los consumidores. El consecuente retraso tarifario devino en un fuerte retroceso de la inversión que afectó tanto la producción local de hidrocarburos como el mantenimiento de la infraestructura energética”, alertó el director de la consultora, Federico Muñoz.
De acuerdo con el estudio, al analizar los cuadros tarifarios de la electricidad se verificó que existe una gran heterogeneidad de tarifas, en función del nivel de consumo, de la localización geográfica y de si el cliente cuenta o no con el subsidio. Sin embargo, se estimó que, en promedio, una familia con un consumo mensual de 300 KWh paga por todo concepto u$s 0,06 el KWh si cuenta con subsidio y u$s 0,10 el KWh si no lo recibe.
“Mientras en Argentina se facturan cerca de u$s 7 cada 100 KWh, el precio de la electricidad sería el doble en Chile y cerca del triple en Brasil y Uruguay”, apuntó el director de la consultora Federico Muñoz, teniendo en cuenta que en Chile se paga u$s 15 por 100 KWh; en Brasil u$s 20,8 y en Uruguay u$s 21,3 por el mismo concepto.
Por otro lado, para analizar las tarifas de gas, se tomó en cuenta un informe de Adigas del 2013 y la información proporcionada por las diversas distribuidoras de gas del país. Si se tiene en cuenta la actualización de tarifas en tres tramos que el Gobierno dispuso este año, de acuerdo con lo calculado por Muñoz los hogares argentinos están pagando un promedio cercano a u$s 0,20 por m3 de gas, muy por debajo del promedio regional.
“En materia de tarifas de gas, la divergencia regionales es sustancialmente mayor: nuevamente la tarifa vecina más baja es la de Chile, que supera a la argentina en casi seis veces”, puntualizó el documento. De esta manera, mientras en Argentina se paga en promedio u$s 0,20 por m3 de gas, en Chile se destina u$s1,17, en Uruguay u$s 1,46 y en Brasil u$s 1,7.
Los cálculos realizados en septiembre por Montamat y Asociados también marcan la fuerte disparidad. “Es así, que una tarifa residencial en Capital Federal y Gran Buenos Aires comparada con una tarifa similar en la región, medida en pesos argentinos, es 9 veces más cara en Chile y 18 veces superior en Brasil. En el terreno de las tarifas industriales, las diferencias son mucho menores: 3 veces superiores en Chile y más de 2 veces superiores en Brasil, respecto a nuestro país”, puntualizaron en la consultora que dirige el ex secretario de energía Daniel Montamat.
El informe de Muñoz también advirtió que si se produce un sinceramiento tarifario para poner las tarifas a tono con las de la región, la inflación acusará recibo. Así para la consultora teniendo en cuenta el peso en el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires de la electricidad (0,9%) y el gas (0,7%), el indicador registraría un aumento directo de 1,1 y 3,4 puntos porcentuales, respectivamente.
“Es probable que este último cálculo subestime el impacto pleno del ajuste de tarifario en los presupuestos de los hogares. La ponderación de estos servicios en el IPC está deprimida, precisamente por la cortesía del fuerte retraso tarifario. También hay que tener en cuenta que nuestro retraso cambiario reduce circunstancialmente la brecha tarifaria frente a la región”, concluyó el informe.