En los últimos dos años ganó tres. Ian Fleschler tiene 17 años y cuenta que cuando era más chico le iba mal. No sabía cómo resolver problemas.
En un artículo publicado en Página 12, en el 2008, Adrián Paenza habla del miedo a las matemáticas. Explica que ese sentimiento negativo es el principal factor del fracaso de muchos alumnos cuando son introducidos a los números por primera vez. Y cómo son desalentados por la misma sociedad, que suele considerar el arte de la aritmética como una materia para pocos. Exclusiva para genios.
Ian Fleschler sin duda es un talento con los números. Su currículum así lo comprueba. Ganó tres medallas de oro en olimpiadas internacionales de matemática en sólo dos años. Y se convirtió en el argentino con mejor puntaje en uno de esos concursos. Su imagen encaja perfecto en esa concepción social de los matemáticos: la del chico sobresaliente que siempre se destacó y nunca falló.
Sin embargo, su historia es bastante distinta. Al principio, en la Primaria, tuvo dificultades con los números como cualquier otro alumno. “Cuando tenía diez años y me anotaba en los concurso escolares, me iba bastante mal. Perdía en las primeras rondas. No sabía cómo resolver los problemas”, cuenta Ian con una sinceridad que conmueve y alienta.
¿Cómo hizo entonces para convertirse en lo que es hoy? Sencillo, no tuvo miedo. Lejos de achicarse con el fracaso o dejarse vencer por la dificultad, Ian comenzó estudiar con más profundidad y a fuerza de voluntad y constancia logró superar muchos obstáculos.
“Nunca le tuve miedo a los números. Siempre fue algo que disfrute mucho aunque en algunos momentos me encontré con dificultades en el camino. Al principio no me salían las cosas como ahora. Y fui estudiando, entrenando, intentando cambiar eso. Tuve entrenadores de la escuela y particulares. Con ellos fui mejorando mi rendimiento. Siempre me gustó muchos resolver problemas, de estudiar para la olimpiada y lo hacía constantemente. No lo sentí como una obligación”. reconoce este joven de 17 años de Almagro, que estudia en la escuela ORT.
En junio de este año, Ian obtuvo el puesto 14 de 615 participantes y así se quedó con la medalla de oro en la 58ª Olimpiada Internacional de Matemática (OIM), en Río de Janeiro, logrando la mejor marca de la historia para un argentino. Y hace poco el matemático logró otro galardón en las Olimpíadas de Matemáticas en las Cataratas del Iguazú, donde también se destacaron otros joven talentos argentinos.
Fue la autosuperación lo que llevó a Fleschler plantearse objetivos altos. “Mi meta final era la más ridícula e imposible que se me pudiera ocurrir, alcanzarla sonaba increíble. Pero saqué la medalla de oro, puse todo lo que pude y llegué donde estoy ahora”, destaca. El año pasado ya había obtenido la misma condecoración.
Ian, que se ve estudiando matemática pura en Estados Unidos, revela cuál es su secreto. “Me gusta el desafío de resolver problemas. Si supiera todo no sería interesante”.