Dos excolaboradoras denuncian en un plazo de cuatro días a Andrew Cuomo, que pide al fiscal una investigación independiente.
Por segunda vez en cuatro días, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ha sido acusado de acoso sexual por una antigua colaboradora, que denunció este sábado haber sido interrogada acerca de su vida sexual por el político. En un primer momento, el gobernador rechazó las acusaciones y, pese a que intentó iniciar una investigación independiente sobre el caso, finalmente pidió que el fiscal del Estado y un juez designen a un abogado para que lleve a cabo esa una investigación. A última hora de la tarde de este domingo, el político se ha disculpado, reconociendo que pudo haber hecho comentarios inapropiados “que podrían haber sido malinterpretados como un coqueteo no deseado” por su colaboradora.
La mujer ha sido identificada como Charlotte Bennett, de 25 años, que fue asistente ejecutiva y asesora de políticas de salud del gobernador hasta el pasado noviembre. Bennett aseguró al diario The New York Times que Cuomo le preguntó si era monógama y si alguna vez había tenido relaciones con hombres mayores. También aseguró, en varias entrevistas con el periódico, que el supuesto acoso ocurrió a finales de la primavera pasada, durante la primera oleada de la pandemia, para la que el gobernador, destacado miembro del Partido Demócrata, fue dotado de poderes especiales por la Asamblea del Estado de Nueva York.
Es la segunda denuncia contra Andrew Cuomo después de que Lindsey Boylan, una exfuncionaria estatal de desarrollo económico, asegurara este miércoles en una carta publicada en el portal Medium que entre 2016 y 2018 el gobernador la había acosado en varias ocasiones e incluso, en un momento dado, le había dado un beso en los labios en su oficina de Manhattan, cuando ambos se encontraban a solas. En otro episodio del presunto acoso, Cuomo, sentado frente a ella en el avión oficial, la habría acorralado con las rodillas e invitado a jugar al strip poker, una modalidad del juego que obliga al perdedor a ir despojándose de ropa.
Según recogía este sábado The New York Times, Bennett aseguró que lo “más inquietante” ocurrió el 5 de junio, cuando Cuomo, presuntamente, le hizo muchas preguntas de carácter personal, incluida una sobre si pensaba que la edad marcaba una diferencia en las relaciones románticas. La antigua asesora dijo que el demócrata presuntamente le indicó que él estaba abierto a las relaciones con mujeres de 20 años, lo que ella interpretó como una clara propuesta para una relación sexual.
Cuomo, además, le habría dicho que se sentía solo durante la crisis sanitaria, que “ni siquiera podía abrazar a nadie”, a lo que ella respondió de forma evasiva que también extrañaba abrazar a sus padres. Bennett afirmó que el gobernador nunca trató de tocarla. Según su relato, la antigua colaboradora comprendió que el gobernador quería acostarse con ella. “Me sentí terriblemente incómoda y asustada, y me preguntaba cómo iba a salir de eso y asumí que era el final de mi trabajo”, informa la agencia Efe.
El gobernador respondió de inmediato a las acusaciones de Bennett mediante un comunicado enviado a los medios, en el que negaba los hechos y afirmaba que creía estar actuando como mentor de la joven. “Nunca hice avances con Bennett ni tuve la intención de actuar de manera inapropiada”, indicó Cuomo, que se refirió a Bennett como un “valioso miembro de su personal” y de la que, dijo, “tiene todo el derecho a hablar”. “Las mujeres tienen derecho a expresar su opinión”, declaró también Cuomo el pasado diciembre, cuando Boylan publicó en la red social Twitter las primeras denuncias de acoso contra él.
Cuomo pidió en un principio que se llevara a cabo una investigación “externa y exhaustiva” de las denuncias y solicitado a los neoyorquinos que esperen los resultados de la misma “antes de emitir juicio”. Sin embargo, poco después se echó para atrás en su propuesta y la sustituyó por la petición a la fiscalía y a un juez de que designen a un abogado para que investigue. El gobernador, que recibió un premio Emmy especial por sus conferencias de prensa televisadas acerca de la pandemia, se halla además en el punto de mira de la opinión pública -y de la facción más progresista de su partido- por un caso de ocultación de datos acerca de las muertes por coronavirus en los geriátricos del Estado que está siendo investigado por la justicia y el FBI. Sus poderes ejecutivos en la gestión de la pandemia también han provocado la renuncia de una decena de altos funcionarios del departamento de Salud Pública, a los que habría ninguneado a la hora de tomar decisiones de calado, como la del modelo de administración de las vacunas contra la covid-19.
El alcalde de Nueva York, el también demócrata Bill de Blasio, cuyas diferencias de criterio con Cuomo son públicas, se ha sumado a las voces de los progresistas -entre ellos la congresista Alexandria Ocasio-Cortez- para pedir sendas investigaciones independientes sobre las residencias y el presunto acoso sexual. En un comunicado divulgado este domingo en el que también exige que se le revoquen los poderes de emergencia, De Blasio expone: “Cuestiones de esta magnitud no pueden pender sobre la cabeza de los neoyorquinos mientras combatimos la pandemia y la crisis económica (…) La investigación de las muertes en los geriátricos debe poder examinar libremente las contribuciones a su campaña por parte de empresas del ramo. Y la investigación sobre la conducta sexual inapropiada debe ser llevada por alguien completamente independiente del gobernador, no por el antiguo socio de negocios de su alto consejero”. Ocasio-Cortez se refirió en Twitter a las denuncias de acoso como algo “extremadamente serio y que resulta doloroso leer”.