Se podrán comercializar las variedades desarrolladas por Bioceres; para los exportadores, la medida representa un “riesgo comercial absoluto”.
El Gobierno aprobó la comercialización para la siembra de las variedades del trigo tolerante a sequía desarrollado por la firma Bioceres.
La decisión se conoció mediante la resolución 27 de la Secretaría de Alimentos, Bieconomía y Desarrollo Regional del Ministerio de Agricultura de la Nación. En octubre de 2020, Agricultura había realizado una aprobación condicional del material transgénico HB4 a la espera de que lo autorizara Brasil, el mayor comprador individual del grano de trigo argentino. El año pasado, Brasil dio permiso para la importación como harina indicando que no había riesgos.
En los considerandos de la resolución, el Gobierno hace alusión a su aprobación en Brasil. Además, se refiere a que China también hizo una autorización del evento HB4, pero en ese caso para soja hace dos semanas.
La tecnología del cereal permite que su producción se pueda llevar adelante en mejores condiciones cuando ocurren situaciones de estrés hídrico que afectan a los cultivos. El descubrimiento inicial lo hizo la doctora Raquel Chan, investigadora del Conicet y la Universidad del Litoral, a partir de un gen presente en el cultivo de girasol.
Conocida la noticia, fuentes de Bioceres indicaron que estaban “analizando el escenario” y precisaron que este año la firma va a seguir produciendo trigo bajo su sistema de identidad preservada Generación HB4. Se trata de un programa donde la empresa tiene todo el manejo de ese producto en un esquema en vinculación con productores que lo hacen para la firma. En los últimos años, la empresa realizó miles de hectáreas, autorizadas por el Gobierno, cuya producción no llegó al mercado.
En A Todo Trigo, que se hace en Mar del Plata con la organización de la Federación de Acopiadores de Granos, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, defendió la decisión tomada por su cartera.
“No soy un trastornado que toma gestos para comprometer el trigo argentino. Ayer mandamos todos los protocolos a China del evento genético [ese mercado ya aprobó la soja tolerante a sequía]. Estamos tomando todos los recaudos para tener toda la previsibilidad en los mercados asiáticos”, dijo. Y agregó: “El escenario de los negocios de la Argentina y del mundo va por la biotecnología, por el conocimiento. Estoy convencido que la respuesta del cambio climático que vino para quedarse va por la mitigación a través de obras de infraestructura como por ejemplo la obra del río Salado y por supuesto por la biotecnología. No tenemos otra forma”.
Reacciones
En tanto, hubo quejas desde la exportación. “Estamos sorprendidos por la decisión de liberar el trigo transgénico, ningún país del mundo lo tiene aprobado para grano. Esto crea un riesgo comercial absoluto”, señaló a LA NACION Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC).
En Twitter, Ciara amplió: “Esta norma provoca un enorme riesgo comercial dado que todos los países que nos compran no aceptan #hb4. Y responsabilizó a las autoridades nacionales y a la empresa desarrolladora por eventuales problemas para el país: “Las consecuencias económicas de eventuales pérdidas de mercado recaerán sobre el Ministerio y la empresa desarrolladora”.
El temor de los exportadores es que se produzca algún rechazo en los mercados adonde llega el cereal argentino. Los exportadores venían solicitando a los productores una declaración donde tenían que expresar que no tenían material transgénico en la producción que entregan. También los molinos buscan que no sea material transgénico.
Por su parte, la Sociedad Rural Argentina (SRA) expresó su “preocupación” por la decisión del Gobierno de aprobar para la siembra el trigo transgénico tolerante a sequía, desarrollado por Bioceres.
“Los productores agropecuarios recibimos con mucha preocupación la decisión del gobierno nacional que permite sembrar trigo HB4″, escribió el presidente de la entidad, Nicolás Pino, en su cuenta de Twitter.
Luego agregó: “Si bien estamos a favor de la tecnología, no tenemos certezas del impacto que puede tener en la comercialización del producto en los mercados externos”.
La semana pasada, Australia, el quinto productor de trigo del mundo, anunció la aprobación para la venta y el uso de alimentos derivados del cereal transgénico tolerante a sequía. Como se mencionó, además de Brasil, también consiguió un permiso de Colombia.
En lo que va del año, según un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) el trigo aportó a la Argentina US$3400 millones por exportaciones. Ayer, esta entidad estimó que, por la falta de agua, mayores costos y una perspectiva de mayor siembra con cebada, la superficie nacional con trigo bajaría 500.000 hectáreas, a 6,35 millones de hectáreas.