Una decisión del ORSNA, que depende del Poder Ejecutivo, establece que Ezeiza “es el único” aeropuerto habilitado en en AMBA para para aplicar los protocolos sanitarios.
El Gobierno bloqueó la habilitación del aeropuerto de El Palomar para que sea utilizado en el retorno de los vuelos de cabotaje. Lo hizo a través del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), que establece en una resolución que el aeropuerto de Ezeiza “es el único donde se han adaptado medidas y procesos” para atender los nuevos protocolos sanitarios.
De esa manera, las dos líneas aéreas “low cost” que vienen utilizando El Palomar, Flybondi y JetSmart, deberían mudar toda su operación al aeropuerto de Ezeiza para poder realizar vuelos domésticos, tal como comenzó a hacerlo Aerolíneas Argentinas desde el jueves.
La decisión del organismo que depende del Poder Ejecutivo es del viernes, un día más tarde del regreso de los vuelos. Para ese momento ya había sido cancelado por falta de respuesta un vuelo de JetSmart, cuyo pedido de autorización había sido hecho la semana anterior.
Pero la decisión del ORSNA impacta además en una disputa más de fondo: desde que comenzó la pandemia, el Poder Ejecutivo viene señalando su intención de cerrar El Palomar para los vuelos de pasajeros, con idas y vueltas. El vocero de esa decisión pasó a ser el ministro de Transporte, Mario Meoni, con el argumento de que “no se justifica” tener tres aeropuertos en la región metropolitana, con la poca cantidad de vuelos que se espera durante la postpandemia.
El Palomar se transformó en símbolo de la “revolución de los aviones” del gobierno de Macri, ya que allí no sólo operan las nuevas aerolíneas “low cost” que en los últimos dos años habían ganado una importante participación del mercado doméstico. Además, consiguieron ser habilitadas para operar casi sin injerencia de los gremios aeronáuticos tradicionales. Las propias aerolíneas se prestan a sí mismas el servicio de rampas, sin depender de la empresa estatal Intercargo, donde talla la Asociación del Personal Aeronáutico (APA). Las “low cost”, además, tienen cada una su propio gremio por empresa.
La primera señal de que el Gobierno no aprobaba la continuidad de ese aeropuerto fue en abril, cuando el ORSNA hizo suyo un informe de la operadora privada Aeropuertos Argentina 2000 que aconsejaba su “cierre”. Pero la presión que ejercieron las “low cost” y, según trascendió, no pocos gobernadores cuyas provincias se habían beneficiado con el movimiento generado por los vuelos, llevaron a que el ORSNA saliera a aclarar que iba a “revisar” la recomendación de cierre, convocando primero a “todos los actores” involucrados.
Esas convocatorias finalmente nunca se realizaron, Pero durante las semanas siguientes, en mayo y junio, fue cuando el ministro Meoni se pronunció el contra de reabrir el aeropuerto.
Sin embargo, el ministro dijo haber cambiado su punto de vista a medida que se acercaba la fecha de reapertura de los vuelos de cabotaje. Este mes mantuvo una reunión con los tres intendentes que tienen jurisdicción en El Palomar (Tres de Febrero, Morón y Hurlingham), y según Meoni le dijo a la agencia Télam, en esa reunión les aseguró que la estación aérea continuaría estando “activa”. Y todo indica que Meoni fue ajeno a la decisión que ahora tomó el Poder Ejecutivo.
La resolución del ORSNA de este viernes no está firmada por el presidente del organismo, Carlos Lugones Aignasse, quien proviene del espacio político del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. La firma la puso el vicepresidente del organismo, Fernando José Muriel, quien políticamente responde a La Cámpora, el sector del gobierno que también tiene a su cargo las riendas de Aerolíneas Argentinas a través del senador Mariano Recalde.
La decisión del ORSNA apela a cuestiones sanitarias y técnicas, al afirmar que El Palomar no cumple los requisitos que requiere un “corredor sanitario seguro”. Y concluye que “en el ámbito del AMBA, el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Ezeiza es el único donde se han adaptado medidas y procesos con el fin de atender la mentada demanda en condiciones de seguridad”.
En los hechos, lo que la decisión logra es sacar de la cancha a las “low cost”, obligándolas a mudar sus operaciones a Ezeiza para poder seguir operando, con el consecuente incremento de sus costos tanto en las operaciones como en las tarifas que la operadora AA2000 cobra en ese aeropuerto.
Luego de siete meses, el jueves retornaron los vuelos regulares de pasajeros, con cuatro despegues de Aerolíneas Argentinas desde la Terminal C de Ezeiza hacia el Interior. Pero al final de ese mismo día, JetSmart tuvo que cancelar su propio vuelo inaugural: el vuelo estaba programado para despegar el viernes por la mañana desde El Palomar hacia Mendoza.
Hubo una sorda disputa sobre los motivos de esa cancelación, ya que voceros de JetSmart aseguraron que la ANAC no les había respondido al pedido de autorización del vuelo. En cambio fuentes oficiales adujeron que el organismo que conduce Paola Tamburelli estaba “en proceso de autorizar” el vuelo solicitado por la “low cost” de capitales estadounidenses.
La nota del ORSNA es con fecha del viernes, luego del horario de aquel vuelo fallido, y consigna que se trata de una respuesta a una consulta de la propia ANAC. Ahora será el organismo que conduce Paola Tamburelli el que tendrá que tomar la decisión de autorizar o no: JetSmart tiene pedidos (y programados) sus siguientes vuelos domésticos desde El Palomar para este lunes y martes.