Es uno de los acuerdos sectoriales que impulsa la Nación. Buscan contribuir al problema del déficit habitacional con un producto económico y sustentable.
Como parte de los acuerdos sectoriales firmados para aumentar la competitividad, la producción y las exportaciones, el Gobierno terminó de pulir los detalles del documento que rubricará con el sector de la madera en el transcurso de este mes y que prevé, entre otros objetivos, que como mínimo el 10% de las viviendas sociales sean de este material. Además, busca impulsar que los créditos hipotecarios destinados a la construcción incluya a las fabricaciones de madera para impulsar más su desarrollo, entre otros objetivos.
El documento se llama “Acuerdo para la promoción de la construcción con madera” y contiene 12 cláusulas y un anexo en el que están explicitados los compromisos de los adherentes del convenio. El objetivo es impulsar un mercado que hoy no está explotado y que tendrá beneficios económicos, ambientales y constructivos, según explicó, en una entrevista con El Cronista, el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Iván Kerr, quien confirmó que la intención del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, es anunciar el acuerdo en septiembre.
La cartera tiene en ejecución la construcción de 80.000 viviendas del Plan Federal, de las cuales muy pocas hoy son de madera. Entre los compromisos que asume Interior en el acuerdo, se destaca la construcción de “al menos el 10% de las viviendas financiadas por la Subsecretaría” con madera, así como también a trabajar de manera coordinada con las provincias y municipios para promover la ejecución de este tipo de casas, ya que son las jurisdicciones locales las que licitan las obras. El Gobierno realizará capacitaciones a los institutos provinciales de vivienda.
“Vamos a declarar el sistema de construcción de madera como tradicional, lo que viene de la mano de capacitación para los institutos provinciales, que hoy no incluyen en sus obras este tipo de viviendas”, explicó Kerr. Al declararlo así, se abrirán las puertas a más proveedores, hoy imposibilitados por no contar con el Certificado de Aptitud Técnica, que garantiza que la construcción es confiable.
El Gobierno nacional elevó recientemente los estándares mínimos para calificar las viviendas que se licitan. De esta manera, la idea es que se favorezcan este tipo de fabricaciones, más sustentables y más baratas y contribuir a ir reduciendo, junto con otras soluciones, el déficit habitacional de 3,5 millones de viviendas de la Argentina. Actualmente, la Nación financia hasta $ 17.300 el metro cuadrado de una vivienda de 55 metros cuadrados, además del 20% de la infraestructura.
Entre los beneficios que tienen este tipo de casas, se destacan su menor consumo energético por tratarse de un material aislante térmico; se realizan en menos tiempo que una vivienda tradicional, lo que minimiza los costos financieros; tienen gran resistencia estructural, son estéticas y duraderas. La cartera de Interior ya financió algunas casas de este tipo y ahora está por comenzar la construcción de 250 viviendas de madera en Concordia, Entre Ríos. Misiones es la provincia donde más se construye en madera.
Créditos hipotecarios
Lograr que los bancos acepten este tipo de construcciones para otorgar créditos hipotecarios es otro de los desafíos para desarrollar el mercado. Por eso, el sector bancario se compromete en el marco del acuerdo a “trabajar en incluir a las viviendas realizadas con sistemas constructivos con madera en igualdad de condiciones para el acceso a préstamos hipotecarios”. El Nación ya arrancó y el Provincia estudia el tema, y se buscará la adhesión de los privados.
El compromiso gremial, en tanto, será colaborar con la cartera laboral en capacitar a los obreros de la construcción en este tipo de viviendas. Los empresarios, en tanto, deberán presentar proyectos y planes de inversiones con compromisos de cantidades y montos a invertir. “Estamos con la capacidad de proveer 20.000 viviendas de madera. Se arman los paneles y se monta la casa en una o dos semanas”, sostuvo el secretario general de la Federación de la Industria de la Madera y Afines (Faima), Pedro Reyna.