El ministro de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, informó de que cerca de 320 personas que ocupan cargos de confianza serán evaluados para definir si serán recontratados
El Gobierno del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha comenzado el proceso de destituciones de funcionarios considerados «socialistas» o «comunistas» que su equipo define como la «despetización» de la máquina pública, que incluye a los contratados en las administraciones de Luiz Inácio Lula da Silva y de Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT).
Según el ministro de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, mano derecha de Bolsonaro, el proceso de exoneraciones comenzó en la antesala del presidente, donde cerca de 320 funcionarios de cargos de confianza fueron informados que serán evaluados para definir si serán recontratados. «Es importante para retirar de la administración a todos los que tienen marca ideológica clara. Sabemos del uso de la máquina realizado en los casi 14 años del PT, que se quedó aquí. Es hacer la ‘despetización’ del Gobierno», señaló. «No tiene fundamento tener aquí socialista, comunista o cualquiera de esas cosas», agregó Lorenzoni.
Los funcionarios destituidos que quieran retomar sus cargos deberán responder un cuestionario contando si quieren seguir, por qué y cómo llegaron al puesto. El proceso de evaluación debe durar dos semanas. «Para no salir cazando brujas, exoneramos y después conversamos. Vamos a ‘despetizar’ al Brasil», declaró sobre una de las promesas de Bolsonaro en su campaña electoral.
Mientras transcurre la evaluación, el equipo de Bolsonaro trabajará con un grupo menor. «Decidimos arriesgarnos a tener dificultades. Gobernaremos con quienes creen en nuestro proyecto», explicó el ministro. La acción debe repetirse en otros ministerios y no tiene como objetivo el corte de gastos. El Ministerio de economía promete cortar otros 3.100 cargos como parte de la promesa de desburocratización.
El mandatario también autorizó la venta de parte de los 700.000 inmuebles de propiedad del Estado, como parte de los planes de austeridad y de contención del alto gasto público, informó Lorenzoni.