El director de la Orquesta Infanto Juvenil, Guillermo Sotelo, brindó su testimonio en la 99.9 y remarcó, entre otras cuestiones, que no fue una idea del gobierno de Gustavo Pulti, sino que “la orquesta la hice yo, no la gestión anterior”. 
La Orquesta Infanto Juvenil de la cuál se jactó durante mucho tiempo el ex intendente Gustavo Pulti ha vuelto al centro de la escena local porque su director, Guillermo Sotelo, se ha quedado sin el trabajo que estaba desempeñando. Sin embargo, el propio organizador de esta idea brindó su testimonio en la 99.9 donde contó como se dio la historia de esta orquesta.
“Soy una persona simple, luché mucho para hacer esta orquesta. No la hizo el gobierno anterior que me dejó muy sólo, la hice yo. Todavía no hablé con nadie de la presente gestión”, advirtió. Por otro lado, destacó que “todos los contrabajos los compré yo, con mucho trabajo y amor. Tocábamos en las empresas y nos regalaban instrumentos”.
De todas maneras, advirtió también que hubo una rédito político que intentó sacar Pulti en torno a este tema y remarcó el trabajo que tuvo que llevar adelante para hacer realidad su sueño: “tengo muy mala suerte porque la gestión anterior me utilizó políticamente. Hace 20 años que estaba luchando para hacer esto, la orquesta no la hizo la gestión anterior”.
Respecto de las denuncias por maltratos por las cuáles se ha tomado la decisión en el gobierno municipal, Sotelo explicó la situación: “a veces estaba sólo en el tercer piso con 200 pibes. Les pedí que pusieran un preceptor. Tuvimos una reunión donde me pusieron ayudantes y después desaparecieron porque andaban repartiendo volantes en la campaña”.
Según lo dicho, no recuerda haber realizado algún maltrato puntual, pero si reconoce que le era difícil manejar a los niños porque eran muchos los que tenía a cargo: “son cosas que no entiendo porque soy violinista. Si le he gritado a alguna persona le pido disculpas. La semana pasada se me iban unas nenas a la plaza y les dije que no vayan ahí porque vendían paco, se me iban una hora a la plaza”, señaló.
A pesar de hacerse cargo de aquello que le puede corresponder, también volvió a reiterar que le prometieron ayuda que nunca llegó y debió arreglarse de la forma que pudieron: “perdí violines míos, anunciaron que iban a comprar una camioneta para trasladar a los chicos y nunca la compraron. Un padre del Centenario me vendió un cascajo y yo los iba a buscar a los chicos”, recordó finalmente.