El Ejecutivo independentista trata de forzar una nueva consulta de independencia pese a haber obtenido menos de la mitad de los apoyos en las europeas.
El Gobierno escocés presentará hoy ante el Parlamento una proposición de ley para la celebración de un segundo referéndum de independencia. Así está previsto que se lo traslade hoy el secretario de Relaciones Constitucionales, Mike Russell, a los diputados de la Cámara. En la misiva, el Gobierno desgranará la hoja de ruta y el marco legal para que la propuesta pueda llevarse a término. Con ello, Escocia busca una tabla de salvación para poder seguir en la Unión Europea una vez que Londres consume el proceso de retirada.
La primera ministra, Nicola Sturgeon, del independentista Partido Nacional de Escocia, ha prometido que buscará un acuerdo con la persona que suceda a Theresa May al frente del Gobierno británico para hacer efectiva la propuesta. «La legislación sentará las normas para que cualquier referéndum que se celebre ahora o en el futuro se organice con las competencias del Parlamento escocés», ha asegurado.
Aunque el borrador no fija formalmente ninguna fecha, el objetivo sería que la celebración del plebiscito se produjera durante la segunda mitad de 2020. En abril, Sturgeon manifestó su intención de que este se efectuara antes del fin de la legislatura, dentro de dos años. Londres ya ha rechazado de plano cualquier intento de organizar un nuevo referéndum.
Los partidos independentistas obtuvieron en total un 45 por ciento de los votos en los comicios europeos del domingo, el mismo nivel de apoyo que lograron en el referéndum de 2014.
«No resulta ninguna sorpresa que Sturgeon se acoja el resultado de las elecciones europeas para poder celebrar una segunda consulta. Sea cual sea la situación del pueblo escocés, la reacción del Partido Nacional Escocés será siempre la misma: separarnos del Reino Unido», arguyó por su parte el portavoz conservador, Adam Tomkins.