Obedece a que las promociones bancarias muchas veces encarecen el precio del producto para quienes no están bancarizados, al inflarlo para absorber el descuento.
“Financien directamente al consumidor en lugar de financiar al consumo. Den líneas de crédito a los comercios, pero no financien directamente al consumo porque los comercios terminan remarcando los precios. Financien a sus clientes subsidiándole la tasa o bonificándole cuotas”.
Este es el pedido concreto que el Gobierno le hará a los bancos. En la Secretaría de Comercio que conduce Miguel Braun están analizando con detenimiento el tema, para llevárselo al Banco Central, para que intervengan en el asunto.
“Lo más justo es que el banco financie directamente al cliente”, sostienen en el Ministerio de la Producción.
Por ejemplo, que puedan darle 36 cuotas y las últimas 3 que estén bonificadas, como los créditos al consumo que acaba de lanzar el Banco Nación junto a las principales cadenas de electrodomésticos, a una tasa del 15% anual.
Incluso, podría haber una tasa diferenciada según el perfil crediticio de cada cliente, aunque esto para las entidades no es tan sencillo de realizar, por la cantidad de tarjetahabientes que tienen.
“A uno que paga todo en término deberían ofrecerle una ventaja diferencial de tasa sobre uno que tiene siempre suele tener deudas con las tarjetas, como sucede en otras partes del mundo. Lo ideal es que a cada cliente le dieran una tasa distinta”, advierten las fuentes oficiales.
En el Gobierno ven que por los acuerdos que tienen varios comercios con los bancos terminan inflando el precio contado para poder absorber el porcentaje de descuento.
Aseguran que el 70% de la población no tiene una tarjeta de crédito y debe pagar un precio inflado. En cambio, la persona de mayor poder adquisitivo, que tiene una tarjeta dorada por sus altos ingresos, es el que termina obteniendo el mayor descuento, subsidiado por el sector más vulnerable, que termina pagando más, al no ser un tarjetahabiente.
Para bajar la inflación
Lo otro que buscan en el macrismo con estas medidas es que bajen los precios al contado, de modo de influir en un menor índice inflacionario, ya que se toman en cuenta esos valores, aunque el 75% de las compras hasta ahora eran financiadas en 12 cuotas, porque la gente pensaba que eran sin interés, cuando había un costo financiero oculto del 28% en el mejor de los casos, como en el Ahora 12. Por fuera de este programa, en el caso de 24 cuotas, el CFT llega hasta el 76% anual.
“Buscamos un sinceramiento de precios. Muchas veces, cuando el comercio es el que te hace el descuento, terminan inflando el precio, pero cuando el banco te hace la devolución del descuento en tu cuenta bancaria ahí la promo es real”, sospechan en el Gobierno.
Bonificar cuota
Una de las ideas que barajan en el sector para comenzar a implementar próximamente es la bonificación de una cuota. O sea, dar 18 cuotas fijas y la última es gratis, no se paga. O sea, serían 18 cuotas pero se pagarían sólo 17. “Se están evaluando distintas alternativas de promoción con respecto a las cuotas”, adelanta Juan Pablo Quiroga, gerente de Relaciones Externas de Walmart.
Carlos García, presidente de Garbarino, va en la misma línea: “Vamos a salir a promocionar los planes de 12 y 18 cuotas, para que la gente sepa que las cuotas fijas siguen y seguirán existiendo”.
En las cadenas de electro, en tanto, están luchando con los proveedores para que bajen los precios, para apuntar a un mejor valor de contado. “Está en análisis como se adecuan los descuentos y bonificaciones”, comenta el ejecutivo de una tarjeta de crédito.
En el esquema entre bancos y comercios, si uno financia la cuota el otro absorbe otra parte de la negociación.
Estamos midiendo un número de inflación erróneo, que no es el que el cliente paga, ya que con la promo el precio es menor”, admiten, en una clara intención de influir en la base imponible de medición del Indec.