Era una de las grandes promesas de la Liga de Matteo Salvini y ya es definitivamente ley. Así pues, Italia aprueba la nueva ley de legítima defensa y modifica el Código Penal al respecto.
Es el resultado del enésimo acuerdo entre el Movimiento 5 Estrellas de Luigi Di Maio y su anómalo socio de Gobierno, la soberanista Liga. En un clima en el que ya falta un mes para las Elecciones Europeas, el jefe del Estado italiano, Sergio Mattarella, quien ha promulgado la nueva ley, advierte que la nueva norma no “debilitará” el papel del Estado. Para Salvini, se trata de una “buenísima noticia para los italianos y pésima para los delincuentes”.
La nueva legítima defensa en Italia no ha estado exentas de polémicas en la Opinión Pública del país transalpino, porque a partir de ahora la defensa, según la ley italiana, siempre será “legítima” ante una violación de domicilio. Así pues, la ley no podrá ir en contra de un agredido armado, aunque haya cierta desproporcionalidad en la defensa. Esto, para muchos, implicará un mayor margen de maniobra para las personas que se ven agredidas en su domicilio. Así pues, si alguien viera entrar en su casa un ladrón y dispone legalmente de un arma, a partir de ahora podrá hacer uso de la misma con la garantía de unos juicios más cortos.
La reforma de la legítima defensa aumenta las penas para los delitos de violación de domicilio y robo, hasta seis años. En el caso de que se hable de presunta legítima defensa, queda intacta la necesidad, por parte de las autoridades judiciales, de verificar los hechos a través de las debidas investigaciones.
“Hay que subrayar que la nueva normativa no debilita ni atenúa la exclusiva responsabilidad del Estado en la tutela de la seguridad de los ciudadanos, asegurada a través de la acción generosa y eficaz de las Fueras y Cuerpos de Seguridad”, dijo el presidente de la República, Sergio Mattarella. Con estas palabras el jefe del Estado itálico mandó una carta tanto a la Cámara de los Diputados (Cámara Baja) como al Senado (Cámara Alta) en cuanto máximo representante de las instituciones del país. Su mensaje no es casual, ya que dicha ley tiene un gran componente de atracción para el nuevo electorado conservador italiano, que mira más al soberanismo de Donald Trump que, como en el pasado, al liberalismo moderado que antes representaba el centro-derecha de Silvio Berlusconi.
La formación del vicepresidente de Interior, Matteo Salvini, disfruta de más de un 30% de los consensos según los últimos sondeos; pero hace un año fue el Movimiento 5 Estrellas quien obtuvo ese porcentaje en las urnas. Por esta razón, la reforma de la legítima defensa, leguista por antonomasia, no podría haber tenido lugar sin los grillinos de Luigi Di Maio, quienes ya han visto aprobada, por ejemplo, una suerte de renta básica universal algo sui géneris. Igualmente, hace un mes dieron ya su apoyo también los parlamentarios de Forza Italia (Silvio Berlusconi) y Hermanos de Italia (Giorgia Meloni).