“Lo que ha hecho no tiene nada que ver con las enseñanzas y rezos de nuestra mezquita”, afirma Shafeeq Rahman, que asegura criticar al IS.
El Pulse queda fuera del alcance. Cuando se busca en Google, aparece un texto que dice ‘Permanentemente cerrado’. La policía ha cortado todos los accesos al club de la matanza y es imposible llegar a menos de cinco bloques de distancia.
No hay flores ni homenajes improvisados como en el caso de la matanza de la iglesia episcopal de Emanuel, en Carolina del Sur, que el viernes cumplirá su primer aniversario. El Pulse se llama así en homenaje a John Poma, que murió de sida en 1991. Su cofundadora y copropietaria es su hermana, Barbara, que quería con esa palabra, ‘Pulse’ (‘Pulso’) imaginar que el corazón de su hermano seguía latiendo.
Este lunes, Poma lanzó un comunicado declarando que se siente devastada. Igual que el otro dueño de la discoteca, Ron Legler, que ahora vive en Baltimore, muy cerca de la ciudad de Washington. Nadie sabe las causas que impulsaron a Omar Mateen a llevar a cabo la matanza.
El asesino, Omar Mateen, que fue muerto por la policía cuando estaba atrincherado con entre cinco y ocho rehenes en una sala del club, vivía en la localidad de Fort Pierce, en la costa atlántica de Florida, a medio camino entre Orlando y Miami, donde también reside su familia. Según la prensa estadounidense, Mateen era muy reservado, y apenas se relacionaba con otras personas. Solía ir a la mezquita de Fort Pierce los viernes. Llegaba un poco antes de que comenzaran las oraciones con su hijo de tres años, y se iba sin hablar con nadie. No pedía consejo espiritual, no participaba en las cenas que se celebran en Ramadán, y no tenía trato aparente con otras personas.
“Lo que ha hecho no tiene nada que ver con las enseñanzas y rezos de nuestra mezquita”, ha declarado Shafeeq Rahman, el imán del templo, que asegura que él crítica al Estado Islámico (IS) todos los viernes. Rahmam insiste en que a Mateen “le lavaron el cerebro en internet”.
El asesino parecía ser mas locuaz con sus compañeros de tabaco de la empresa de seguridad británica G4S, con quienes había compartido bromas homófobas y racistas. El padre de Mateen, Seddique, ha colgado un vídeo en su página de Facebook en el que afirma que “sólo Dios puede castigar la homosexualidad”. El anterior post de Seddique Mateen no es ni más ni menos que una camiseta con su propia cara grabada en ella. En declaraciones a la cadena de televisión ABC, Mateen ha rechazado que su hijo fuera un radical islamista.