“El incendio está contenido, no extinguido”, aclararon quienes continúan trabajando en el control del perímetro

La jornada más intensa del incendio que se devoró parte de las sierras en la zona del Paraíso parece haber culminado, sin embargo mantendrán guardias en puntos estratégicos para evitar nuevos focos. El fuego puede ir bajo tierra. Reconocieron el auxilio de población, pero advirtieron sobre el peligro al que se expusieron. Llamaron a un cambio de conducta y mayor responsabilidad, ya que los recursos y la gente son limitados y deben rotar.

Alrededor de 160 bomberos de las distintas dependencias, un poco más que los que hubo el viernes, articularon y sostienen turnos de vigilia y descanso para realizar postas de control en puntos estratégicos del ámbito quemado, con la intención de poder actuar ágil y eficazmente en caso de que el ígneo se reavive.

Sobre el atardecer de ayer, el jefe del Cuartel Central de Bomberos de Tandil, comisario Ramón García, explicó a El Eco de Tandil que se ha recorrido todo el perímetro y percibieron algunos focos humeantes que van a estar siendo supervisados y viendo si avanzan o no para poder controlarlos definitivamente. “Para eso tenemos que estar en un lugar que nos permita trabajar en forma segura, y a veces tenemos que esperar un tiempo”, dijo.

Contó que hacia la noche seguirían con la recorrida, mientras que ya tenían previsto un vuelo en helicóptero para la mañana de hoy a modo de reconocimiento para establecer una tarea conjunta en caso de detectar actividad ígnea.

“Se ha hecho un trabajo bastante importante”, sostuvo, destacando que no han tenido bomberos lesionados.

La voluntad colaborativa tandilense

La jornada del viernes resultó especialmente exhaustiva para el personal abocado a la extinción de las llamas, sobre todo para proteger las viviendas que se encuentran bajo una forestación que el comisario definió como “muy combustible”, lo que advirtió complicó el ingreso a la zona.

Consideró que el resultado de todo fue “muy importante” porque no se registraron casas dañadas, ni bomberos lesionados a pesar de “semejante trajín”.

Sobre el mediodía del viernes, si bien el jefe del Cuartel Central anticipó que estaban esperando refuerzos provenientes de otras localidades, desde distintos sectores de la ciudad se hicieron eco de la problemática y comenzaron a llamar a la comunidad a aportar su grano de arena para combatir la hoguera.

El humo se podía ver desde todos lados, y la población recurrió enseguida a las redes sociales para advertir sobre el suceso y pedir ayuda tanto para sofocarlo como para proveer de líquido o frutas a los bomberos. La convocatoria fue masiva.

Si bien García consideró que ese acto resultó gratificante, sobre todo por el reconocimiento a las tareas de los bomberos, manifestó preocupación por la peligrosidad a la que se expuso la gente.

Explicó que en las situaciones posibles, tratan de hablar con las personas porque las maneras en las que se acercaron fueron muy inseguras. “Algunos fueron en ojotas, pantalones cortos o sin remera, sin elementos de protección y pudieron llegar a tener algún accidente grave innecesariamente”, señaló. No obstante, dijo que es “entendible” la voluntad que se demostró para colaborar.

La vida del fuego

En lo que refiere a la dinámica del fuego y la propagación silenciosa del mismo en áreas forestales como la que se incineró estos días, el comisario reveló que existen los llamados “fuegos subterráneos”, que podrían haber sido uno de los causantes de la dispersión hacia la noche del jueves, cuando todo parecía estar controlado.

Explicó que es un fenómeno que no se puede visibilizar y avanza sigiloso por debajo del suelo, por las raíces, hasta que finalmente sale a la superficie a varios metros (20, 30 o incluso más) generando un nuevo foco en un área no quemada.

“Por eso, muchas veces, tardamos tanto en dar por consumado o extinguido un incendio. Estas situaciones son comunes, por lo tanto necesitamos responsabilidad para poder darle fin”, detalló, aseverando que es este preciso motivo el que los mantiene en vilo en esta ocasión.

García no pudo afirmar a ciencia cierta hasta cuándo deberán permanecer en las guardias estratégicas sobre las sierras, estimó que podría resolverse hoy como tener que seguir por tres o cuatro días más.

Expresó que si llegara a haber un reinicio del fuego “cambia todo nuevamente” y tienen que repensar las estrategias de trabajo o retornar a las “guardias de ceniza”.

Un trabajo mancomunado

Por otro lado, sobre la modalidad que están llevando adelante en la guardia que tiene su base sobre la Ruta Nacional 226, a poco del kilómetro 160, puntualizó que Bomberos Voluntarios tiene previsto un relevo cada ocho horas, viniendo desde sus lugares de origen.

En tanto que bomberos de Policía que han llegado desde La Plata, Junín, Mar del Plata, Miramar, Lobería y Azul, algunos retornaron y otros pasaron la noche de anoche en la Casa del Deporte.

Mientras que aseguró que Bomberos de Tandil, que estuvieron en todo momento, seguirán “cien por ciento recargados”, porque afirmó que son los más interesados en resolver la situación y, además, quienes conocen los accesos y es importante su presencia para poder guiar y orientar a los que llegan de afuera.

Vale decir que en Tandil son 20 bomberos en total, y el jefe del Cuartel Central además reconoció la tarea de la Policía que se ocupó de cortar el tránsito en algunos lugares para facilitar el acceso y egreso de autobombas, así como el trabajo del SAME y el área de salud que estuvo permanentemente a disposición en el lugar, además del trabajo de Vialidad de la Municipalidad con los camiones cisterna, Defensa Civil y estamentos provinciales.

“Se ha armado un operativo más que interesante para trabajar en forma mancomunada y poder resolver esta situación”, enfatizó.

Apelar a la responsabilidad de la gente

Más allá de esta exitosa fusión entre las distintas fuerzas para disipar la ignición, pidió tener a consideración que Tandil no es el único lugar de la provincia que está atravesando este problema. Recordó que el Delta está incendiado desde hace varios días y que lo mismo está pasando en la zona de Cariló.

“Así, el recurso llega un momento en que es escaso y no hay renovación y se complica”, dijo, y expuso que a razón de esto fue que durante el viernes solamente tuvieron el avión a disposición y no el helicóptero, con el que sí se contó ayer y se trajo desde Zárate. “Los recursos y la gente van rotando”, indicó.

Ratificando el razonamiento que brindó a este Diario en la ardua jornada del viernes, Ramón García dijo que el origen del fuego de ninguna manera fue natural. Entonces, emitió a la gente un mensaje ya conocido pero que todavía, con pruebas a la vista, es necesario repetir: “Hay que tratar de ser responsables, hace varios años apelamos a un cambio de conducta porque las irresponsabilidades traen este tipo de eventos que son muy peligrosos principalmente para la vida de las personas, para las propiedades y el medioambiente”.