El director del Departamento de Drogas Ilícitas de Lomas de Zamora, Marcelo Di Pasqua, explicó en la 99.9 cómo los narcotraficantes utilizan el ingenio para pasar la droga al país. Lo hizo después de un operativo donde detuvieron a una familia que transportaba marihuana en el piso de una lancha y con destino a Mar del Plata.
La droga siempre encuentra maneras de llegar al país, y estrictamente a Mar del Plata. Siempre las vías para hacerlo se renuevan y son cada vez más complejas de detectar. Así lo dejó en claro el marplatense Marcelo Di Pasqua, quien se desempeña como Director del Departamento de Drogas Ilícitas de Lomas de Zamora, después de desarrollar un procedimiento donde fue atrapada una familia transportando marihuana a nuestra ciudad.
“Teníamos una investigación con el juzgado federal de Quilmes y había información de que entraría una cantidad significativa de marihuana desde el norte del país a Buenos Aires. Pusimos un operativo en la Ruta 9 y en determinado momento ubicamos un vehículo que pasaría por Quilmes y tenía como destino la ciudad de Mar del Plata”, relató en la 99.9. Luego continuó: “se metió en Zárate y eso nos pareció sospechoso, pudimos interceptarlo, y cuando los detuvimos, nos encontramos que iba una pareja con 4 hijos, un varón de 15 años y tres nenas de 3,6 y 8 años. El hombre había estado detenido y tenía causa por otro tipo de delitos”.
La droga se encontraba en una lancha que llevaba el vehículo detrás y no era una cantidad menor: “eran 54 panes de marihuana que provenían de Paraguay al parecer, pero la familia venía desde Corrientes. Para nosotros la mayoría de las causas con secuestro de droga, proviene de Paraguay”, dijo. Sin embargo, desde Lomas de Zamora, no trabajan en colaboración con las autoridades del país guaraní para detener el paso de los cargamentos: “puede haber algún convenio a nivel nacional, el trabajo que hacemos nosotros no tiene colaboración con Paraguay. Lo que hacemos es poner a disposición de la justicia los que traen droga a Buenos Aires. Hasta ahí llega nuestro trabajo, pero sabemos que van y vienen a Paraguay”, indicó Di Pasqua.
La experiencia lo ha llevado por distintas jurisdicciones y siempre el crimen evolucionó: “Estuve en varios distritos, San Isidro, San Martín y Quilmes, entre otros. No creo que en Lomas de Zamora haya más narcotráfico. El hombre que detuvimos ahora había levantado el piso, colocó la droga abajo y después le hizo el piso de nuevo con madera, lo pintó, hizo las terminaciones con lana de vidrio. Si no era una investigación como la nuestra, podía pasar droga un año seguido sin que nadie se de cuenta con los controles rutinarios”. La creatividad de los narcos parece no detenerse nunca: “el ingenio de los tipos se va mejorando, tuvimos que agarrar la lancha con una moladora porque no se sentía ni el olor de la droga. Por más que se sospeche algo, no se le puede romper la lancha, nosotros porque teníamos una investigación avanzada. Hacen cosas cada vez más ingeniosas”.
También recordó otro caso emblemático por lo complejo de la detección: “el año pasado hicimos un procedimiento por el tema de rueda de auxilio de un micro de larga distancia que venía de Paraguay cargado de gente que cuando llegaba a Buenos Aires cambiaban el auxilio, dejando una rueda buena y se llevaban la que estaba llena de marihuana”, comentó.
Para detener este problema, aunque sea en una parte, el trabajo investigativo de la policía se vuelve esencial: “se toman un trabajo terrible y si no hay investigaciones profundas, no se puede llegar a frenar el ingreso de la droga”, finalizó Marcelo Di Pasqua.