Luego de una serie de estudios desarrollados por científicos estadounidenses, se descubrió que la carnitina podría ser la causante de depósitos grasos en los vasos sanguíneos.
La investigación, publicada en la revista Nature Medicine, demostró que la carnitina de la carne roja se degrada por bacterias en el intestino, motivo por el cual consumir mucha carne roja es malo para la salud. Además, produce altos niveles de colesterol y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Algunos nutricionistas advierten que existirían los mismos riesgos para quienes toman carnitina como suplemento.
Hasta ahora se creía que estos problemas eran causados por la grasa saturada y por cómo se preserva la carne procesada. Sin embargo, Stanley Hazen, jefe del estudio, le explicó a la BBC que “el contenido de colesterol y de grasa saturada no es tan alto en la carne magra. Hay algo más que contribuye a aumentar el riesgo a desarrollar problemas cardiovasculares”.
La carnitina se degrada en gas y más tarde se convierte en una sustancia química llamada TMAO, en el hígado. En los diferentes estudios que se realizaron, esta última sustancia estuvo muy vinculada al desarrollo de depósitos grasos en los vasos sanguíneos, lo que puede derivar en enfermedades cardiovasculares y muerte.
El doctor Hazen, de la Clínica Cleveland, señaló que el TMAO suele ser ignorado a pesar de los riesgos que supone: “puede ser un producto de desecho, pero influye significativamente en el metabolismo del colesterol y sus efectos netos llevan a una acumulación de colesterol. Estos resultados refuerzan la idea de que es mejor comer menos carne roja”.
Para el experto, la investigación podría reforzar la idea de ingerir yogures probióticos para cambiar el balance de la bacteria en el intestino. Reduciendo la cantidad de bacterias que se alimentan de carnitina se podrían, en teoría, disminuir los riesgos que implica el consumo de carne roja