Andrés, vecino de la ciudad, dio su testimonio esta mañana en la 99.9 sobre la estafa que llevó adelante Pablo Aquino, inspector municipal, con casi un centenar de familias que fueron beneficiadas por el plan Pro.Cre.Ar. Prometió construir las viviendas y abandonó todo a mitad de camino llevándose el dinero y sin siquiera haberle pagado a los empleados que tenía contratados.
Ante cada oportunidad, siempre aparece alguien dispuesto a la estafa. Esta mañana, en la 99.9, Andrés, un vecino de la ciudad, denunció públicamente a Pablo Aquino, un inspector municipal que estafó a casi 100 familias que habían sido beneficiadas con el Plan Pro.Cre.Ar.
“Ha creado una empresa constructora para trabajar con los planes. Él es técnico y tiene su matrícula de maestro mayor de obras, pero nos ha estafado a casi 100 familias”, indicó en principio.
Luego detalló de qué forma los estafó: “veníamos bien, pero se empezaron a demorar con las construcciones. Notamos que nunca se hacía presente en las obras, que había horrores constructivos. Hace 15 o 20 días atrás se cortó todo y nos dimos cuenta que no tenía la plata que le dimos para terminar de hacer la obra y tampoco le pagó a los trabajadores”.
A partir de ahí, ante semejante hecho, comenzaron a moverse en el ámbito legal donde les aseguraron que será muy difícil obtener el dinero que ya le habían dado para que aporte los materiales y mano de obra que derivaría en la construcción de las viviendas: “estuvimos en la fiscalía y nos dijeron que las probabilidades de recuperar el dinero son muy pocas. Puede tener el dinero en una cuenta y ni siquiera ir preso por estafa. En el colegio de técnicos tiene 30 denuncias y en fiscalía entre 50 y 70, por eso decidimos hacerlo público”, destacó Andres.
No fue una familia, no fueron 10, Pablo Aquino llegó casi al centenar de estafas y eso debido a la propia confianza que inspiraba contar con un inspector municipal: “el motivo por el que lo contratamos era que los precios eran accesibles dentro de lo que había en el mercado. Te daba confianza que esta persona fuera inspector municipal. No podíamos creer que una persona que trabaja para la municipalidad nos estafara. Evidentemente tenía un poder de convencimiento importante para estafar a 100 familias. Este muchacho, que tiene 35 años, ya no tendría que tener su matrícula, nos harían un beneficio a todos”, dijo pidiéndole una resolución al Colegio de Técnicos.
Si bien todavía no han podido dar con él, lo seguirán buscando para que al menos de una explicación de esta estafa no solamente para con las familias beneficiadas con el plan, sino también para con los trabajadores que comenzaron las obras: “tiene cerrada la oficina, con carteles de los empleados donde dicen que lo van a matar si no les pagan. La dirección legal es Gutemberg 2468, pero no se encuentra ahí. Dicen que está en Nápoles 5444, pero nadie lo pudo verificar. Esté o no, no da la cara ni se hace cargo de los problemas”, finalizó.