El concejal del Frente Renovador, Hernán Alcolea, señaló esta mañana en la 99.9 que no está dispuesto a brindarle la mayoría automática en el Concejo Deliberante a Acción Marplatense y se refirió también al tema de la inseguridad en la ciudad: “tengo un pre-proyecto que Acción Marplatense no me pone ni en la orden del día de las comisiones donde el botón de pánico se puede poner directamente en el teléfono fijo”.
La situación política de la ciudad a veces parece tan clara que nadie se da cuenta. Hernán Alcolea sí. El concejal del Frente Renovador está decidido a no jugar para el oficialismo y no cederle la potestad de decidir qué proyectos salen y cuáles no, potestad que perdió después de las últimas elecciones.
Esta mañana, en la 99.9, Alcolea recordó que “después de dos años de la mayoría automática de Acción Marplatense, imaginar el mismo escenario dándole la llave a uno del Frente para la Victoria o Acción Marplatense que son un solo bloque, era cuestión de sentido común”.
En medio está la realidad de los marplatenses que deben lidiar con la inseguridad y cuentan con un intendente que sale a exigir cosas que no pidió si quiera durante toda su gestión. “Me sorprendió el acting del intendente ante el gobernador diciendo que iban a exigir resultados como si hubiera empezado a gobernar ayer. El centro de monitoreo no tiene ni la cuarta parte de las funciones que podría cumplir”, destacó el concejal.
Mientras tanto, tratan de entretener anunciando que repartirán botones antipánico cuando han hablado en infinidad de oportunidades de medidas de este estilo que nunca se implementan: “tengo un pre-proyecto que Acción Marplatense no me pone ni en la orden del día de las comisiones donde el botón de pánico se puede poner directamente en el teléfono fijo. Ahora saldrán a comprar botones de pánico de 300 pesos que van a repartir discrecionalmente y, según me dicen, tendrían un mantenimiento mensual de 300 pesos”, aclaró.
Son temas que se acumulan y empiezan a encrespar los nervios de todos los marplatenses, la desidia y el discurso desmedido para justificar la inacción. Algo que también ha sucedido en otro tema candente como la causa de las licencias de conducir truchas: “dejaron que durante dos años se sigan entregando cuando le puede haber costado la vida a alguien, lo normal era inmediatamente desbaratar la cúpula y comenzar una auditoría interna. El intendente, a sabiendas, permitió que todo siga fluyendo”, analizó.