La delegación de 850 personas tiene una clara impronta comercial; se esperan más inversiones.
Un claro perfil comercial y de negocios tendrá la amplia comitiva que llegará con Barack Obama el 22 de marzo a Buenos Aires. En el grupo de más de 850 personas que acompañará al presidente norteamericano en su paso por la Argentina figuran unos 400 empresarios y jefes regionales de compañías estadounidenses diseminadas en América latina.
Esta impronta de la comitiva será una muestra de que Estados Unidos quiere dar un gesto de apertura e inversiones futuras hacia la Argentina en la nueva etapa que inauguró Mauricio Macri en las relaciones bilaterales. A la vez, en la comitiva que trae Obama para la agenda de trabajo del 23 en la Casa Rosada estarían incluidos la secretaria de Comercio, Penny Pritzker; el secretario del Tesoro, Jack Lew, y el secretario de Agricultura, Tom Vilsack, entre otros.
“Hay un fuerte interés de Estados Unidos por invertir en la Argentina y volver a tener relaciones comerciales fuertes”, expresó a LA NACION un funcionario de la Casa Rosada que sigue de cerca los detalles de la organización de la visita de Obama, cuyo tramo oficial se limitará al 23, ya que el 24 y 25 el presidente nortea-mericano viajará a Bariloche para descansar con su familia.
Se prevé que entre los 400 empresarios haya CEO de grandes empresas, dueños de medianas industrias y empresarios de larga trayectoria en las relaciones con América latina. Éstos se sumarán a la jornada de trabajo del 23 que está organizando la Cámara de Comercio norteamericana en la Argentina (AmCham) en el predio de La Rural, en Palermo. Allí está previsto que hable la secretaria de Comercio y que haya señales de apoyo de Estados Unidos a la negociación de Macri con los fondos buitre. También se esperan señales de apertura de Estados Unidos para productos argentinos, especialmente el eterno reclamo para la exportación de limones.
No obstante, como adelantó LA NACION, los dos ejes centrales de la agenda de Obama con Macri estarán ocupados en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo internacional. Se prevé que sobre estos temas se cierren acuerdos concretos de cooperación bilateral, como un mayor intercambio de información de la DEA con la oficina antinarcóticos de aquí, la ampliación de cursos de capacitación a las fuerzas de seguridad y el trabajo conjunto en misiones de paz en zonas de conflicto en el mundo.
Fuentes de la Casa Rosada y de Washington coincidieron en que la agenda definitiva de Obama en Buenos Aires aún no está cerrada. “Todo el tiempo cambian la agenda y se muestran muy crípticos”, definió un ministro a LA NACION en referencia a los organizadores norteamericanos del viaje. Sólo se sabe que Macri tendrá una reunión a solas con Obama. Luego se encontrará con el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y las autoridades del Parlamento lo saludarán conjuntamente en la Casa Rosada. Habrá además una visita de Obama a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Para dar una muestra de apoyo a la lucha por los derechos humanos se anunciará la apertura y desclasificación de documentos norteamericanos de la época de la dictadura argentina.
No hay hasta ahora seguridad de que Obama visite la sede de la AMIA aunque podría reunirse con sus autoridades en la residencia Bosch de la embajada norteamericana. Tampoco está confirmado aún si Macri ofrecerá una cena a Obama en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, como lo hizo con el presidente francés, François Hollande. Esto dependerá del área de seguridad del presidente de Estados Unidos.
Obama llegará en el avión Air Force One y el resto de la comitiva se repartirá en dos aviones. Las dos limusinas que desplazarán a Obama por Buenos Aires llegarán antes en un avión Hércules.
Además de los empresarios y funcionarios, Obama trae una comitiva de unos 12 legisladores republicanos y demócratas, un amplio servicio secreto de seguridad, técnicos en informática de la Casa Blanca, y a Susan Rice, que es la consejera de Seguridad Nacional. Esta funcionaria reporta directamente al presidente y le ofrece un brief detallado con información reservada. Se trata de un puesto clave ya que está encargada de organizar las reuniones de seguridad nacional en el caso de alguna situación de emergencia. Para ello, en el Palacio Bosch, que es donde va a pernoctar Obama, se está montando una gran oficina con pantallas, teléfonos satelitales encriptados y computadoras en lo que constituye una verdadera sala de situación de gabinete, como si Obama se encontrase en la propia Casa Blanca.
El presidente norteamericano llegará con su médico personal, que depende de las fuerzas armadas, pero en la Argentina la embajada norteamericana contrató a un médico con matrícula profesional para que pueda intervenir en un caso especial.
Si bien la agenda cambia todo el tiempo por una cuestión de seguridad, se sabe que Obama irá a Bariloche el 24 y el 25 al Hotel Llao Llao para evitar las protestas en el día de la conmemoración del golpe militar argentino. En Bariloche, Obama visitaría el Invap para sellar acuerdos de cooperación y se estima que Macri se trasladaría allí también con la idea de compartir un juego de golf con el presiente norteamericano.