El juez penal de Azul, Carlos Pagliere, habló esta mañana en la 99.9 exponiendo su opinión respecto del sistema de juicio por jurados, aprobado en la legislatura bonaerense. Destacó que “lo que se hace es no respetar el conocimiento y poner gente a improvisar, a ser jueces amateurs, cuando se puede hacer de otra forma”.
La aprobación de la Ley de Juicio por Jurados en la Provincia de Buenos Aires fue tomada de distintas maneras por los actores judiciales. Algunos a favor, otros en contra. Esta mañana en la 99.9 habló el juez en lo penal de Azul, Carlos Pagliere, quien ha escrito y fundamentado una posición contraria a la implementación de esta metodología: “mi postura es en contra, es una institución para impartir justicia que es antidemocrática, antirrepublicana, que perjudica a la gente, que es lenta, cara y lo único que trae es una pauperización de la justicia”.
La visión que el común de los argentinos tiene sobre este tema, los lleva a pensar que se trata de algo positivo. Ese sentido, el Juez opinó: “normalmente, la gente tiene una información sesgada e incompleta. Quien tiene en sus manos la decisión de culpar o absolver a alguien, al menos tendría que explicar por qué condena o absuelve. Los jurados no fundan nada, determinan que alguien es culpable o inocente porque sí. En España ha sucedido que no hay pruebas para condenar a alguien, pero el jurado lo condena igual. Si uno es víctima de un delito, como un abuso, y si el jurado determina que es inocente, no explica por qué lo deja libre. El peligro es que te juzguen por prejuicios”.
No solamente le preocupa esa cuestión, sino también el hecho de que las arcas del Gobierno provincial se verán sacudidas por esta nueva figura: “es más caro porque ahora se le paga al juez y a toda la logística del tribunal. A eso se suman los jurados; por cada juicio hay que pagarles el equivalente al sueldo de un juez por mes. Con esa plata se puede poner otro juez, abrir otro juzgado y hacer el doble de juicios”.
Pagliere también se refirió a los tiempos que llevará formar y poner en función un jurado: “hay que hacer concurrir a 48 aspirantes, pero previamente se debe llamar a 100 personas para que queden esos 48. De ahí, habrá un proceso para que queden 12, que son 8 titulares y 4 suplentes. Todos tienen que ser convocadas por cada audiencia debate; hay juicios de dos días y otros que son mucho más largos. Todo el proceso es lento, se quintuplican los tiempos penales y ése es el principal problema de la justicia de hoy: los tiempos”. Por esto, sentenció que “en vez de achicar los tiempos y resolver problemas, se suman jurados, le sumamos años al proceso. Es un nuevo 2×1, que es la solución que se aplica”.
El propio sistema del juicio por jurados ha fracasado en algunos lugares del mundo, como en España: “son modas que importamos de España. En su momento lo hicimos con el sistema educativo de la Provincia de Buenos Aires, y ahora es el juicio por jurados. Siempre los legisladores buscan los sistemas que han fracasado en España y los traen acá. El juicio por jurados no aportará calidad a la justicia, por el contrario, se pone en riesgo todo el sistema”.
Por último, comentó que el sorteo tampoco es un mecanismo viable para estas cuestiones: “el sorteo nunca es democracia, porque la democracia se basa en la elección de las personas. Nunca sabemos qué puede surgir de un sorteo”. Luego, aclaró que no aportará demasiado esta nueva implementación: “lo que se hace es no respetar el conocimiento y poner gente a improvisar, a ser jueces amateurs, cuando se puede hacer de otra forma. El jurado es una institución oscurantista, niega la ciencia y el conocimiento”.