El mayor productor de salmón del mundo quiere criar pescado dentro de un barco. La expansión de un parásito cerca de la costa dificulta la actividad de las factorías en Noruega.
El mayor productor de salmón del mundo quiere criar peces en el interior de un barco. La cría de salmón en mar abierto se ha vuelto más difícil en Noruega por la expansión de un parásito que ataca a los peces. Las autoridades del país nórdico han obligado a los piscicultores a acatar normas más estrictas, por lo que la compañía noruega Marine Harvest ASA está estudiando criar salmones en grandes balsas en el interior de una nave de carga. De esta forma, pretende incrementar la producción y aprovechar los altos precios del pescado, según revela en un reportaje la agencia Bloomberg.
Noruega, el principal productor de salmón del mundo, está reduciendo su producción pesquera en los últimos años. El problema es que, según el Gobierno del país escandinavo, cuando un salmón se escapa de las piscifactorías, sus parásitos acaban afectando al resto de peces. La empresa Marine Harvest ASA ha propuesto trasladar la cría de salmones en un barco de la clase Panamax, un buque hasta ahora destinado a llevar carbón y acero, y diseñado para ajustarse a las dimensiones permitidas para el tránsito por el Canal de Panamá.
Marine Harvest espera obtener la licencia que el Gobierno concede a proyectos que aseguren que ningún salmón podrá escaparse al mar abierto. “Se trata básicamente de poner en marcha una forma renovada de piscicultura”, explica Alf-Helge Aarskog, director ejecutivo de la compañía.
Este año se estima que la producción mundial de salmón caerá alrededor del 7% (hasta las 2,15 millones de toneladas), debido al brote de parásitos en el mar de Noruega y a un alga que ha frenado la producción en países como Chile. Por esta razón, el precio del salmón noruego se ha triplicado desde 2011, hasta alcanzar el récord de 69,44 coronas noruegas (7,57 euros al cambio actual) por kilogramo. Solo el año pasado, esta industria destinó más de 500.000 euros para erradicar los parásitos que estaban infectando a los salmones, explica Aarskog.
Nuevos modelos de piscifactorías
La plaga que está afectando a los salmones se difunde cerca de las costas, en los primeros siete u ocho metros del mar. De aquí que las empresas trabajen en modelos alternativos que reduzcan el contagio. Además de la implantación de grandes balsas dentro de un buque, la industria noruega está estudiando la construcción de factorías cerradas en forma de huevos o enormes jaulas sumergidas en altamar.
La compra de una licencia para criar pescado en Noruega vale unos seis millones de euros, pero las autoridades están dispuestas a rebajar este precio hasta un millón de euros si detectan en el proyecto elementos innovadores para modelos renovados y más seguros de piscifactorías.
Aarskog admite no saber cuánto tiempo necesitará el Gobierno para tomar una decisión sobre el proyecto de las balsas en el buque. Cada nueva granja de este tipo tardaría unos seis meses para construirse, y otro año para estar operativa. No obstante, el momento sería propicio para adquirir buques de carga.
El coste de un buque utilizado para transportar minerales y carbón ha caído un 94% en los últimos diez años, señala Bloomberg. La compra de un barco alcanzaría hoy en día un precio de seis millones de euros, a los que se añadiría el coste de los tanques donde criar a los peces, de uno tres millones, según explicó Erik Stavseth, analista de Arctic Valores. En total, el coste de la operación rondaría los 16 millones, menos de la mitad de una granja convencional.
Decenas de empresas han presentado de momento proyectos innovadores de piscicultura, pero el único que ha sido aprobado por las autoridades ha sido el de SalMar ASA, el tercer productor de Noruega, que construirá una granja muy lejos de la costa, ahí donde los parásitos no pueden sobrevivir.
“Se están elaborando muchos proyectos interesantes”, dice Kolbjorn Giskeodegard, un analista de Nordea Bank. “Muchos de estos proyectos probablemente fracasarán o necesitarán modificaciones. Otros resultarán viables, pero habrá que verse a qué coste”.