Lo hace mediante la compra del brazo vitivinícola de un grupo chileno. La operación se cerró en cerca de los u$s 52 millones e incluye la bodega Dos Andes de Neuquén.
El mayor productor de vinos del mundo acaba de desembarcar en el mercado argentino. Se trata del conglomerado chino Yantai Changyu Pioneer Wine, que tiene operaciones en Asia, Francia, Italia y Nueva Zelanda y que llega al negocio vitivinícola local de manera indirecta al haber comprado a principios de esta semana un grupo chileno que, entre sus activos, posee una bodega en el país.
Yantai Changyu Pioneer Wine es la mayor y más antigua empresa vitivinícola del gigante asiático y el martes pasado pagó u$s 50 millones para adquirir el brazo bodeguero del grupo chileno Bethia, a su vez dueños de la bodega premium Dos Andes, ubicada en la provincia de Neuquén, con una capacidad de 2,3 millones de litros y que comercializa las marcas Calafate, Chalten y Ruta 22. A esto le suma además, unas 220 hectáreas de vides.
Dos Andes pertenecía a al holding chileno Bethia, también accionista entre otras empresas de Falabella y LAN, desde 2012 cuando la adquirió al grupo Córpora. Esa operación también incluyó otras dos trasandinas que operan bajo las marcas Viñas Indómita y Santa Alicia. Por este negocio, el holding del país vecino pagó en ese momento u$s 52 millones, es decir u$s 2 millones más que el precio con el cual ahora cierra la venta al gigante chino de las mismas tres bodegas.
En la actualidad, Yantai Changyu Pioneer Wine produce más de 130.000 toneladas de vino por año y cuenta con una red de distribución de 10.000 puntos de venta en su país.
La operación que le permite desembarcar en los mercados bodegueros chileno y argentino se encuentra en período de cierre y tanto la bodega argentina como las otras dos chilenas pasarán de manera efectiva a manos de Yantai Changyu a fines de junio.
Con esta transacción, el objetivo del conglomerado chino, que factura u$s 700 millones anuales, es el de incrementar, desde Chile, su presencia en el mercado latinoamericano. A partir de esta estrategia, fuentes del mercado vitivinícola argentino estiman que el grupo asiático busque adquirir otras bodegas en el mercado local.
Según la información procedente de fuentes vitivinícolas locales, Changyu comercializa un total de 15 millones de cajas por año y está cuarta entre las 10 mejores marcas de vino más vendidas del mundo de la revista Drinks Business con el Changyu Cabernet.
En su país, el grupo asiático actualmente controla ocho bodegas, mientras que posee otras tres en el extranjero: la Bodega Roullet-Fransac y la Bodega Château Mirefleurs en el mercado francés, y la Bodega Marqués del Atrio en el mercado español.
En su página web explica que desde su fundación en 1892, el grupo ha venido contratando profesionales extranjeros para trabajar en la producción junto con sus propios empleados chinos, logró producir la primera botella de vino en China, elaborar el primer vino tinto y la primera botella de coñac, y fundar la primera bodega profesional del país.
En tanto, Dos Andes, fue creado en 1986 con el fin de producir viños premium para demostrar la exclusividad de los terroirs existentes en ambos lados de la Cordillera de Los Andes. Antes de ser adquirida por Bethia, pertenecía al también grupo chileno Córpora. Y si bien lo hará de manera indirecta, a través de Dos Andes el holding asiático se convierte en la primera inversión china en el negocio vitivinícola argentino. De hecho, desde hace varios años el gigante asiático busca cerrar acuerdos con marcas locales para poner en un pie en el mercado bodeguero local.