Dos miembros de Air Canada y otras siete personas más están involucradas en el suceso, ocurrido hace un año en la zona de cargas del aeropuerto de Toronto.
La Policía ha incluido a dos empleados de Air Canada entre los sospechosos del robo de 6.600 millones de dólares en oro de una instalación de carga en el aeropuerto de Toronto que ocurrió hace un año, lo que se denominó como el mayor robo de oro jamás realizado en Canadá.
La Policía de la región de Peel, un suburbio de Toronto, ha identificado a nueve hombres que creen que estuvieron involucrados en el crimen. Ya han podido arrestar a cinco y han emitido órdenes de arresto a nivel nacional contra los otros tres. La novena persona, el presunto conductor de un camión de cinco toneladas que se llevó el oro y los billetes, está bajo custodia estadounidense por cargos de tráfico de armas de fuego, según informa un detective de la policía.
Uno de los empleados de Air Canada, un hombre de 54 años llamado Parmpal Sidhu, ha sido arrestado y acusado de robo de más de 5.000 dólares canadienses (3.620 dólares) y de conspiración para cometer un delito procesable. La policía ha comunicado que todavía están buscando a Simran Preet Panesar, de 31 años, que ya no trabaja en la empresa canadiense con sede en Montreal, pero que trabajaba allí en el momento del incidente.
El golpe, que los agentes definieron en clave de humor como una “serie de Netflix”, comenzó cuando un banco suizo y una empresa de refinación de metales preciosos contrataron a la empresa Brink’s Co. para trasladar objetos de valor de Zúrich a Toronto. El envío incluía 6.600 lingotes de oro que pesaban más de 800 libras —por un valor de unos 14 millones de dólares estadounidenses en ese momento, según ha dicho la policía— más unos 2,5 millones de dólares canadienses en billetes extranjeros.
Brink’s hizo arreglos para que Air Canada transportara las mercancías a Canadá, y el avión aterrizó en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto en la tarde del 17 de abril de 2023, hace ya un año. Acto seguido, los lingotes y los billetes fueron transportados a un almacén de carga de la compañía donde, alrededor de las 18:30 horas, apareció un conductor con un camión blanco y un documento fraudulento en la mano para reclamar el envío.
Ese documento, ha señalado la policía, era un duplicado de una guía aérea para un envío de mariscos que había sido recogido el día anterior. Esa hoja de ruta, al parecer, se imprimió en las instalaciones de Air Canada.
Al poco rato, una carretilla elevadora cargó el oro y el dinero en el camión. Cuando los empleados de Brink aparecieron tres horas después para recogerlo, les dijeron que había desaparecido.
“Necesitaban gente dentro de Air Canada para facilitar este robo”, ha explicado en una rueda de prensa el detective Sergeant Mavity. De hecho, para “ayudar” a la Policía Regional de Peel, uno de los dos empleados que ahora son sospechosos dirigió un recorrido por las instalaciones “antes de que supiéramos su participación”, añadió el detective el pasado miércoles en la comparecencia.
El presunto conductor del camión, Durante King-Mclean, de 25 años, fue detenido por la Policía Estatal de Pensilvania a principios de septiembre. Huyó a pie y fue capturado, y la policía estatal encontró 65 armas de fuego en su vehículo que supuestamente estaban destinadas a Canadá. La Policía cree ahora que el oro robado puede haber desempeñado un papel en el tráfico de armas de fuego.
King-Mclean y otras tres personas han sido imputados en una acusación federal estadounidense, dijo el pasado martes el Departamento de Justicia. Los cargos se derivan de una conspiración para participar en el tráfico internacional de armas de fuego.
De los dos empleados de Air Canada presuntamente involucrados, uno abandonó la compañía antes de que se anunciaran los arrestos el miércoles y el otro fue suspendido, según ha comunicado el portavoz de la aerolínea, Peter Fitzpatrick. “Agradecemos a la policía por sus esfuerzos diligentes en la investigación de este asunto”, dijo, declinando hacer más comentarios.
En octubre, Brink’s demandó a Air Canada, acusando a la aerolínea más grande del país de “negligencia y descuido”. Air Canada rechazó las acusaciones.
No se ha recuperado prácticamente nada del botín, aunque la policía confiscó alrededor de 430.000 dólares canadienses y seis brazaletes de oro por valor de unos 89.000 dólares canadienses, así como recipientes de fundición y moldes. Mavity dijo que los investigadores creen que el oro fue fundido y reconstituido para poder revenderlo.